Para 2030, los casos de cancer subiran un 46 %
El tema se trata en un foro internacional. Los especialistas ecuatorianos hablaron de las trabas que hay para mejorar el acceso.
Las enfermedades oncológicas son la segunda causa de muerte en Ecuador; para 2030 se estima que los casos aumentarán 46 % y que crecerán 52 % los fallecimientos por esta razón.
Los resultados se presentaron en el encuentro internacional War On Cancer Latam 2019, que se desarrolló en México, donde Diario EXPRESO estuvo presente.
Decenas de médicos, científicos y líderes de opinión de Latinoamérica generaron discusiones orientadas a cómo mejorar el acceso a los tratamientos médicos y a trabajar en la prevención de esta enfermedad que, según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), presenta 1,38 millones de nuevos casos.
En Guayaquil, datos proporcionados por la Sociedad de Lucha Contra el Cáncer (Solca) reflejan que en el 2018 se diagnosticaron 4.228 casos; 201 menos que en el 2017, pero 513 más que en el 2016 y 1.376 más que en 2015.
Según los hallazgos de un estudio hecho en 12 países de la región, realizado por la Unidad de Inteligencia de The Economist (EIU, por sus siglas en inglés) con el apoyo de Roche América Latina, se determinó que si bien Ecuador ha empezado a prepararse para enfrentar el crecimiento del cáncer, aún queda mucho por hacer.
Tras un exhaustivo análisis de 45 variables involucradas en el control del cáncer, los investigadores concluyeron que están dados los primeros pasos para mejorar la prevención, el diagnóstico precoz y el tratamiento, pero persisten desafíos que deben abordarse.
En el Índice de Preparación para el Abordaje del Cáncer de América Latina, Ecuador está en décimo lugar (ver gráfico).
Las principales áreas por mejorar están en la dimensión ‘Servicios de Salud’, donde hay que reforzar la disponibilidad de servicios y recursos humanos, pensar en una atención más centrada en el paciente y crear lineamientos clínicos para la atención del cáncer.
También hay que mejorar el área ‘Políticas y planificación’, donde se observa falta de investigación en oncología.
Un ejemplo es el número de equipos de radioterapia disponibles en los sectores público y privado para satisfacer la demanda de los pacientes, donde Ecuador tiene grandes falencias. Tampoco se observaron pautas de práctica clínica basadas en la evidencia para el tratamiento de los tipos comunes de cáncer, y en gasto público en salud. Ecuador está rezagado, según el informe.
“Es un sistema de salud muy centralizado”, declaró Wilson Merino, director ejecutivo de la Fundación Cecilia Rivadeneira, de Ecuador. Agregó que “son pocos los pacientes que tienen acceso a tratamientos efectivos”.
Durante el foro, los especialistas hicieron hincapié en la importancia que tiene para un país que sus instituciones públicas tengan datos actualizados de la enfermedad. Son estos registros, explica Irene Mia, directora editorial global de Liderazgo de Reflexión en The Economist Intelligence Unit, los que permitirán trabajar en prevención y crear políticas públicas específicas para enfrentar el cáncer con los tratamientos y equipos adecuados.
Sobre el hecho de que en países como Ecuador, los proyectos públicos de salud funcionan o varían según cada gobernante, Paúl Pilco, director de la Fundación Peruana de Cáncer, señaló que los ciudadanos deben exigir cuál es el plan que van a ejecutar respecto al cáncer, y si lo tienen, hay que preguntarles qué harán y cómo lo harán para continuarlo y fortalecerlo.
Tannia Soria, especialista en Oncología, habla sobre la necesidad de mejorar el acceso a los tratamientos médicos y de trabajar en la prevención del cáncer en el país.
¿Qué necesita Ecuador para enfrentar ahora el cáncer?
Necesita conocer primero cuál es la realidad de la enfermedad. Hoy, en Ecuador hay muchísimo que hacer por el cáncer. Hay que trabajar en prevención, detección temprana y educación. En los últimos años nos hemos focalizado mucho en el tratamiento costoso y en todo lo que esto demanda, pero no estamos trabajando por trabajar en prevención que es lo que evitará precisamente ese tipo de tratamientos.
¿Qué hacer entonces ahora?
Una valoración real de lo que tenemos. En el país tenemos muy buen registro de tumores que lo maneja Solca y tiene una cobertura del 70 % de la población. Eso nos da datos muy importantes para poder mirar cuál es nuestra realidad, pero seguramente nos faltan datos de registros hospitalarios puntuales.
El hospital de Solca Quito lo tiene, pero por ejemplo no lo tienen la mayoría de los hospitales. Tampoco sabemos cuántos equipos de radioterapia tiene el país y si son suficientes. Hay muchos pacientes del Ministerio de Salud que para iniciar un tratamiento de radioterapia tienen que esperar cinco o seis meses, y eso obligando a hacer modificaciones de tratamientos en su centro para evitar todo ese tiempo de espera y con esquemas que no son los más adecuados. Muchos, por los trámites se demoran tres meses y el beneficio del tratamiento se pierde. Hay mucha fragmentación en el sistema de Salud. En Ecuador no se habla de qué hacer en conjunto.
¿Por qué aún no se ha dado esta integración entre los diferentes sectores?
Porque hay pensamientos negativos en cuanto a querer ver que hay un beneficio económico oculto que podamos tener los oncólogos, las casas farmacéuticas y eso no es real. Al momento que nos transparentemos todos, se podrá hablar de la realidad. Y eso hay que hacerlo ya. Ahora. Estamos perdiendo un tiempo valiosísimo. Nos hemos limitado a hacer campañas, por ejemplo del cáncer de mama, pero eso no es suficiente. Ha ayudado, sí, pero hace falta muchísimo más. Nos limitamos a hacer conciencia los Días Mundiales de determinados tipos de cáncer, pero nada más. Ahí queda todo. En Ecuador entonces se debería crear un Instituto Nacional de Cáncer. Solca en su momento hizo ese tema, penosamente por situaciones políticas hoy solo es parte de, mas no es la cabeza. Y es una pena porque se perdió un montón, ya que Solca tiene una infraestructura muy buena a nivel nacional y un personal muy capacitado. Lastimosamente se ha quedado solo en el tratamiento. Fuera entonces interesante que si bien es cierto que esta entidad no es el primer ente, por lo menos sea una parte fundamental de todo.
Durante el encuentro se ha hecho hincapié en la importancia de mejorar el acceso a los tratamientos y medicamentos. ¿Cómo ve a Ecuador en este tema?
Con el nuevo cuadro de medicamentos, se ha incluido muchos que debieron ser incluidos hace años. Es decir, que sigue estando desactualizado. Entonces llegas a una realidad que te frustra porque el acceso es limitado y es ahí donde más de uno intenta obtener sus fármacos por el campo judicial, cuando se deberían crear acuerdos.
¿Quién debe dar el primer paso para lograrlo y facilitar el proceso?
El Ministerio de Salud Pública. Ellos tienen que abrir un poquito la puerta para que todos podamos sentarnos a crear una estrategia de verdad y mejor. La academia también es fundamental, al igual que quienes van a proveer los fármacos. Por eso todos debemos actuar, exigir porque haya cambios, porque los pacientes no pueden esperar más.
¿Considera que ha faltado o conciencia por parte del MSP para tratar el cáncer, como lo creen algunos pacientes?
Yo creo que el Ministerio debe buscar asesores más reales. Muchos no son oncólogos, primero. Y aquellos que lo son deben tener una visión diferente. Fuera interesante que se capaciten y tengan más contacto con la sociedad, los gremios, con nosotros; ahí podrán tener una idea real de la enfermedad.