Más de 300 familias afectadas en Esmeraldas por desbordamiento de ríos

La ciudad de Esmeraldas vive una situación de emergencia tras las fuertes lluvias que provocaron el desbordamiento de varios ríos el pasado martes 30 de enero. Según una estimación del Cuerpo de Bomberos de Esmeraldas, más de 300 familias de 26 barrios resultaron perjudicadas por las inundaciones, que dejaron sus casas anegadas de agua y lodo.

Los ciudadanos amanecieron sacando lodo y agua de sus viviendas, tratando de recuperar lo que pudieron salvar. Algunos relataron que tuvieron que abandonar sus hogares, llevando consigo a sus hijos y a sus mascotas.

“Es la segunda vez que nos pasa esto. En junio del año pasado también perdimos todo por el desbordamiento del río. Habíamos empezado a recuperar algo de lo que nos había quitado, pero ahora volvimos a quedarnos sin nada. Es muy duro”, expresó Juan Camacho mientras veía con nostalgia su casa llena de lodo.

Los barrios más afectados por las inundaciones son los que se encuentran cerca de los ríos Esmeraldas, Teaone y Viche, que se salieron de su cauce por el exceso de lluvia. El agua arrastró todo tipo de objetos, desde árboles y animales hasta basura y vehículos, causando daños materiales y ambientales. También se reportaron cortes de energía eléctrica, de agua potable y de comunicación en algunas zonas.

Las autoridades locales han declarado la alerta naranja y han activado el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) para coordinar las acciones de respuesta y atención a los damnificados.

“Nos sentimos agradecidos de estar vivos, de tenernos los unos a los otros, de contar con el apoyo de nuestros vecinos y de algunas personas solidarias que nos han brindado ayuda. No todo está perdido, aún tenemos fuerza y fe para seguir adelante, para superar esta prueba como superamos la anterior”, dijo Laura Cortez con tono esperanzador.

Los bomberos, la policía, los militares y los voluntarios continúan trabajando en las acciones de rescate, evacuación y limpieza de las zonas inundadas. Hasta el cierre de esta nota, no se han reportado víctimas mortales.

La mayoría de los ciudadanos no tuvieron tiempo de salvar nada, solo de salir corriendo con sus hijos y buscar un lugar seguro donde refugiarse. El agua les llegó hasta las rodillas, y el lodo les dificultaba el paso mientras intentaban salir a salvo.

El sonido de las sirenas, los gritos y el llanto se mezclaban en el aire. Según los reportes de los entes correspondientes, el agua subió 1,80 metros en las zonas más altas y 2 metros en las zonas más bajas del sector.

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