475 empresas, en el Estero y sin licencia ambiental
En el marco de la investigación sobre la contaminación del Salado, el Ministerio de Ambiente entregó a la Defensoría la lista de compañías que no tienen permiso. EXPRESO accedió al documento.
El procedimiento que busca a los responsables de la contaminación del Salado, que EXPRESO publicó en marzo pasado, sigue en pie y ya hay nombres.
La Defensoría recibió del Ministerio del Ambiente el listado actualizado de las empresas que trabajan sin permisos ambientales. Un total de 475, de un universo de 640 que operan en la cuenca del brazo de mar.
La lista tiene nombres y apellidos. También dirección y actividad. Algunas, por icónicas, no son difíciles de identificar.
El documento -al que tuvo acceso este Diario- expone que de las compañías enlistadas, el 37 % se dedica al sector automotor. La gran mayoría al mantenimiento y lubricación de vehículos.
Otras tienen actividades que causan un mayor impacto ambiental, como las involucradas en el sector de construcción y minería o las que se dedican a la metalurgia, ambas con un 8 % (cada una) en el informe de Ambiente.
El Ministerio fue consultado para este reportaje, pero se excusó a través de su departamento de Comunicación. “Estamos en transición por el cambio de mando presidencial y cambio de gabinete del Estado. Una vez que entren en ejercicio de sus funciones las nuevas autoridades pondremos a consideración este y otros temas para que nos definan directrices”, dijeron en un correo.
Quien sí habló con EXPRESO, en cambio, fue el alcalde Jaime Nebot: “Tenemos un problema serio en lo que respecta a los vertidos, especialmente con ciertos industriales pequeños en el sector de la Tarqui popular. Se ha sancionado y se sigue sancionando a mucha gente. Se ha obligado a muchísimos de ellos a hacer planes de mitigación, que se han cumplido en inmensa mayoría; pero ese es un tema pendiente”.
Y aunque pendiente es un tema que está, reconoce, en la lista de competencias directas del Cabildo. “Estoy al tanto de las empresas sin permisos. Se clausuran. Reinciden. Los volvemos a sancionar y los seguimos sancionando... No se puede hacer otra cosa. Es una lucha complicada. Se ha avanzado bastante; pero sí, hay infractores”.
Hay tres tipos de contaminantes que afectan al Salado dentro de los vertidos industriales: los orgánicos, que son biodegradables; los térmicos, que consisten en grandes cantidades de aguas a muy alta o muy baja temperatura, y los minerales, donde están los metales pesados, entre estos cadmio, litio y plomo, explica el biólogo Bruno Yánez.
Todas las actividades industriales desglosadas en la lista de ambiente, como metalurgia, fabricación de cartón y papel, construcción y minería, equipos industriales de calor y frío, medicamentos y cosmetología, combustible y derivados de petróleo tienen algún tipo de impacto en la salud ambiental del Estero.
“Si ya se sabe de dónde vienen, su ubicación geográfica, deben trabajar con canalizaciones para que no haya vertidos directos”, aconseja este experto.
¿Pero qué pasa si los controles simplemente no dan resultado? Para Yánez es sencillo: el fiscalizador del Municipio es el Ministerio del Ambiente. “Si no hay sanciones del Cabildo, debería hacerlas el Ministerio”.
La directora zonal de la Defensoría tiene agendada su siguiente tarea. “Definir si realmente el Municipio está haciendo un control y verificando de forma valedera que estas empresas no estén lanzando los residuos al Salado”.
Rovira cree que el que existan tantas compañías sin regularse es un indicador de que está pasando algo con la entidad de control. “No hay una respuesta aún frente a esta queja”, admite, pero dice que “es comprensible”, pues aún están “en etapa de recabar información”. Esa documentación la complementará un nuevo estudio que pidió Defensoría. Lo hará la Espol, a mediados de este mes.
Oxigenación de forma natural
Para Xavier Salgado, fundador y líder de la organización ecológica Medio Ambiente Sustentable, la reforestación del manglar es una de las medidas más viables y económicas con las que se puede recuperar el estero.
“Esta es la única forma de revivir, oxigenar y descontaminarlo”. Sembrar mangle rojo purifica el agua de forma natural, propicia la recuperación del ecosistema y forma barreras para mejorar la calidad de vida de los moradores.
Desde el 2011, el proyecto Guayaquil Ecológico del Ministerio del Ambiente ha realizado varias jornadas de reforestación en diferentes tramos de las riberas de este brazo de mar. Salgado aplaude la gestión, pero aclara que no han sido suficientes.
“Las jornadas deben ser permanentes para que los organismos se asienten, empiecen a actuar. Hoy la Kennedy es una de las zonas más afectadas, a la comunidad le urge que los organismos y autoridades trabajen en el lugar”.
Una de las jornadas más grandes que emprendió Ambiente en la ciudad fue en el 2013, cuando se sembraron 2.700 plántulas de Rhizophora (mangle) en los esteros Mogollón y Cobina.
El dato
49 % de compañías inspeccionadas por el Ministerio del Ambiente no posee conexiones al alcantarillado de la ciudad.
Descuido
Las descargas de agua envenenan Puerto Lisa
La contaminación del Salado afecta a todo Guayaquil. En el norte, las ciudadelas Kennedy, Urdesa y Urdenor constan entre las más afectadas. Y en el suburbio oeste, los moradores de La Chala o los que tienen sus casas a orillas del estero en la zona de Puerto Lisa (19 y El Oro), deben lidiar con la pestilencia y basura que flota en sus aguas. Esta, la mayor parte de los días burbujeante (a causa de la polución), verdosa.
Para Carmen Ramírez, moradora, vivir en el sector es mortificante. “Despierto, almuerzo y duermo con olor a desagüe. Es como vivir en un pozo séptico, lleno de lodo podrido, heces, orina y animales muertos”, precisa. “Así me pagaran por meterme en esas aguas, jamás lo haría”. Está consciente de que en el estuario caen las aguas residuales de su vivienda y la de sus vecinos. No tienen alcantarillado sanitario. A través de un tubo desfogan sus desechos allí.
Para Gustavo Navarro, concejal de Guayaquil, solo los sectores urbanos de la ciudad cuentan con el servicio. “En las circunscripciones 6, 7 y 8 (Tarqui y Tarqui Popular: Pascuales, Bastión, Flor de Bastión, Monte Sinaí...) , no todas las familias lo tienen. Ahí hay 800.000 personas que tienen pozo ciego. En la ciudad se trata entre el 14 y el 20 % de las aguas servidas. ¿Saben qué pasa con el resto? Caen al estero”, explica.
Para Xavier Salgado, activista de Medio Ambiente Sustentable, para ‘remediar’ el problema las familias, en primera instancia, deben ser reubicadas. “Si no hay opción del alcantarillado, deben levantar sus casas en otras zonas o a un mínimo de 6 metros del lugar. La limpieza de palizadas y basura por parte del Municipio, asimismo, debe ser diaria. Moradores me han dicho que lo hacen 3 veces por semana”.