El 60 % de poblados rurales de Loja, en riesgo por la exposición a los agroquímicos

La Universidad Técnica Particular de Loja (UTPL) investiga el impacto de los agroquímicos en la salud humana. Un equipo ha trabajado en un índice de exposición potencial a los pesticidas, específicamente en las zonas rurales, y el resultado es que, en estos lugares y sitios cercanos a los cultivos, los moradores están más expuestos a productos químicos y, por ende, a sufrir enfermedades.

Pablo Ochoa Cueva, docente de la carrera de Agropecuaria, comenta que las contaminaciones por agroquímicos pueden ser agudas o crónicas y que cada cuerpo humano los asimila de diferente manera.

“Hay productos que son químicamente persistentes y otros que se disuelven más fácilmente en el ecosistema. Los químicos persistentes son los que llegan a nosotros a través de la alimentación de carne, vegetales y frutas, o por inhalación, y es ahí donde, dependiendo de cada cuerpo, el impacto puede ser mayor o menor”, expresa

En este estudio se ubicaron cuatro variables: la distancia de los cultivos con los poblados, la densidad de población, la frecuencia de fumigación, el tipo de producto y su toxicidad.

Para medir el riesgo potencial de exposición a los plaguicidas se tomó en cuenta la distancia a los cultivos (200 metros) que es tomada como estándar del Reglamento Interministerial para el Saneamiento Ambiental Agrícola. Los poblados que se encuentran a menor distancia de la estándar tienen un mayor riesgo de exposición.

“Alrededor del 60 % de estos poblados de la provincia que habita cerca de un cultivo tiene algún grado de riesgo de exposición. La muestra fue de más de 5 000 poblaciones, de las cuales alrededor de mil serían las más afectadas”, afirma la UTPL.

El Ministerio del Ambiente recomienda para la manipulación y aplicación de este tipo de productos químicos, la utilización de guantes, trajes impermeables, protectores oculares, mascarillas y protector facial, botas de caucho y delantal. 

Sin embargo, Ochoa comenta que, en el campo, la realidad es diferente por distintas razones, entre ellas, la falta de acceso a estos equipos de protección, su costo, y la percepción que se tiene sobre estos químicos. Sobre esto último, dice que al verlo como un remedio que cura las plantas, suele concluirse que no tendría por qué afectar la salud del agricultor y de sus familiares.

Los pesticidas se clasifican, según su toxicidad, en el sistema globalmente armonizado propuesto por las Naciones Unidas por colores: rojo para los extremadamente tóxicos, amarillo para los altamente tóxicos, azul para los moderadamente tóxicos y verde para los ligeramente tóxicos. Esta clasificación es crucial para entender los riesgos asociados con su manejo.

Debido a la preocupación por los efectos de los agroquímicos, la UTPL también realiza investigaciones en sus laboratorios. Paulina Arévalo Jaramillo, docente de la carrera de Fisioterapia, comenta que en la universidad se evalúa el impacto de los plaguicidas en células cultivadas en los mismos laboratorios y cómo se relacionarían con el desarrollo de enfermedades.

La exposición prolongada a este tipo de químicos puede asociarse con la aparición de enfermedades como el cáncer, y en el caso de un embarazada, la exposición afecta también a su hijo.

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