Abad, México y apagones: ¿las crisis afectarán las aspiraciones de Noboa?

El retorno de los apagones se suma al complejo panorama que el gobierno de Daniel Noboa ha venido tejiendo durante sus primeros seis meses de mandato. Crisis que, a criterio de analistas consultados por este Diario, complican las aspiraciones inmediatas del mandatario.

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Durante este tiempo, según recuerda Francis Romero, director de la encuestadora Click Research, el presidente Noboa se ha abierto varios frentes que, aunque empezó dominando (como la seguridad o la Asamblea Nacional), ya han comenzado a pasarle factura con la evolución de la realidad nacional.

De hecho, Romero anota que ese contraste se pudo evidenciar en estas semanas. “Aunque hubo condena internacional, internamente la ciudadanía apoyó (la detención de Jorge Glas) porque se hizo respetar la justicia nacional. Sin embargo, llegan los apagones cuando se había dicho que terminaron”, sostiene.

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Según Romero, estos reveses, sumado a que políticamente también fue golpeado con la separación del correísmo del pacto legislativo, tendrán consecuencias negativas para los objetivos inmediatos del presidente Daniel Noboa: ganar la consulta popular y su reelección en los comicios de 2025.

Los apagones, ¿un golpe a la consulta popular y referéndum 2024?

“El presidente venía construyendo una imagen fuerte, pero el aumento de la violencia y el regreso de los apagones lo van a perjudicar. Noboa venía marcando la agenda con la consulta popular, pero ahora el 21 de abril no se votará por las preguntas, sino por la aprobación de su gestión”, acota Romero.

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Esto, pese a que en las últimas declaraciones públicas el presidente Daniel Noboa señaló que detrás de los problemas presentados estos días habría la intención por perjudicar a su gobierno y, por ende, al resultado de la consulta popular.

“Las personas no van a diferenciar lo uno con lo otro (la buena gestión de los problemas presentados) porque cuando se toca el bolsillo de alguien (con los apagones), la reacción suele ser negativa”, dice y señala que el presidente depende de sí mismo para que esa lógica no trastoque su reelección.

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Aunque aún faltarían datos que validen esa tesis, el analista político César Febres-Cordero sostiene que “preliminarmente podríamos esperar efectos negativos para la imagen del Gobierno”. Además, podría ser perjudicial para los intereses inmediatos del régimen de Noboa, como la consulta popular.

“Una derrota tan temprano y en un periodo corto, cuando hasta hace poco la daban por ganada, sería serio”, acota Febres-Cordero, quien también hace hincapié en que la opinión pública debe ser mesurada y que “habría que ser reservados a la hora de decir que se ganó o perdió por tal o cual razón”.

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De hecho, el anuncio de que el Gobierno asumirá el 50 % de las facturas de energía eléctrica de los hogares y la suspensión de las jornadas laborales del 18 y 19 de abril, según Romero, responden a una maniobra “para congraciarse con la gente justo antes de la consulta popular”.

Este panorama muestra que “el Gobierno depende de la suerte”, sigue. “Al comienzo no dejaron claro si los cortes volverían y qué harían para evitarlo, luego dijeron que no se repetirían y de todas formas se regresaron; declararon su suspensión y aun así continúan los apagones”, ejemplifica.

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Febres-Cordero incluso advierte que esa no es una línea que le convenga al presidente mantener, si persiste su interés por seguir en Carondelet. “Si no empiezan a manejar las expectativas de la gente y a responder con tiempo y de forma planificada a los problemas latentes que pueden devenir en crisis, este y cualquier año será un mal año”, comenta.

Francisco Jiménez, exministro de Gobierno, por su parte, señala que con todos los frentes que se ha abierto el presidente Noboa en sus primeros seis meses de gestión “no hay que obsesionarse con la reelección, sino con la solución de los problemas muy serios del país”.

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Aunque no puede dar fe de que las últimas decisiones del presidente correspondan a un intento de mantener la simpatía ciudadana, sí recuerda que “gobernar es un ejercicio permanente de desgaste y está lleno de circunstancias positivas y negativas. Unas suman, otras restan fuerza a un gobierno”.

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