Acaros, bacterias, hongos y otros sucios ‘secretos’ que esconde tu cama

Cada vez que nos metemos en la cama ponemos allí células muertas, restos de cremas y maquillaje, sudor, cabellos y más.

¿Cada cuántos días cambias las sábanas? Si eres de los que come en la cama, duerme con sus mascotas, ha estado con tos y gripe o tiene jornadas continuas de sexo, deberías lavarlas más seguido si no quieres terminar con una irritación en la piel o con una reacción alérgica respiratoria.

¿Y qué dices del tiempo que llevas con ese mismo colchón y con las almohadas? Es importante que recuerdes cuándo los compraste y pienses en la posibilidad de adquirir unos nuevos. Y si eres de los que utiliza edredones, también debes prestar atención a lo que estos acumulan.

▶ Lee también: Estos son los efectos nocivos de la falta de sueño

Para mantener alejados a los ácaros, a las bacterias, a los hongos y a un montón de extrañas partículas, lava tus sábanas al menos una vez a la semana, cambia el colchón cada ocho o diez años y las almohadas cada tres meses.

Recuerda que cada vez que nos metemos en la cama ponemos allí células muertas, restos de cremas y maquillaje, sudor, cabellos y más. Te mostramos por qué es necesario que cuides de este espacio.

En la almohada

Si eres de los que ama tanto una almohada que no quieres deshacerte de ella, debes saber que las que tienen entre 1 y 20 años de uso albergan 16 especies distintas de hongos, especialmente si son sintéticas, según un estudio de la Universidad de Manchester. Lo que allí contienen puede provocar o agravar los problemas respiratorios.

El sudor y más

Una persona llega a transpirar casi medio litro de sudor en una noche e incluso más si duerme bajo un montón de sábanas y colchas, según Philip Tierno, autor de La vida secreta de los gérmenes. Así que imagina cuánta humedad acumulas en tu cama, mucho más si eres de los que tiene una vida sexual activa. En esos casos es mejor que cambies la sábana dos veces a la semana.

Si tienes gripe

Si estás pasando por una gripe o por un proceso viral, lava las sábanas con mucha frecuencia, especialmente si compartes la cama y no quieres contagiar a tu pareja. El virus se extiende por el estornudo, pero también por el contacto con los tejidos, por lo que hay que evitar tenerlas mucho tiempo sucias. En este caso, se recomienda cambiarlas cada dos o tres días.

▶ Lee también: ¿Por qué no debes dormir sobre tu lado derecho?

Dulces y migajas

Es común que para la nueva generación el comedor sea un espacio casi sin uso en la vivienda, pues prefieren llevar el plato a la cama. Pero además de generar malos hábitos de alimentación que hacen que comamos más, ocasiona que queden restos de comida y algunas manchas. Eso atrae a las moscas, a las hormigas y a las cucarachas.

El fiel amigo

Hay quienes no pueden dormir si no es con su mascota al lado (perro o gato), pero no olvides que ellos andan en el piso y que pueden trasladar ese polvo a la cama, además del pelo. Hay que tener cuidado con las pulgas y garrapatas. Si no puedes sacarlo de la cama, al menos debes cepillarlo seguido y cambiar las sábanas.

¿Y el edredón?

Los edredones suelen ser esos objetos decorativos de la cama. Nos preocupamos muy poco de lavarlos, pero hay que tener en cuenta que su relleno puede generar daños. El British Medical Journal recogió la historia de un hombre de 43 años del Reino Unido que acudió al médico después de presentar malestar, fatiga y dificultad para respirar durante tres meses. La causa fue la exposición a las plumas del relleno de un edredón, que causó inflamación en sus pulmones.

via GIPHY

html