¿Quién fue Diana Ruiz, la 'mujer supersónica'? Murió en accidente de avioneta 

Diana Estefanía Ruiz Solís no solo despegó hacia los cielos, sino también hacia los sueños de miles de mujeres que en este momento buscan su lugar en la historia ecuatoriana. Con su determinación y amor por la aviación, abrió un camino en la Fuerza Aérea y se convirtió en un símbolo de empuje y esperanza para muchas. Aunque su vuelo fue breve en esta tierra, su legado será eterno.

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Una trágica despedida

La capitana de la Fuerza Aérea Ecuatoriana (FAE) partió a ese sueño eterno el martes pasado, en un accidente aéreo. En un vuelo de instrucción, ella acompañaba al cadete Juan Andrés Pacheco Ramírez. La avioneta Diamond DA-20 C1 cayó en una calle de La Libertad, Santa Elena, cerca de la Escuela Superior Militar de Aviación (ESMA) “Cosme Renella Barbatto”, institución donde servía.

"Sentir la fuerza, el poder, la velocidad, la adrenalina y la precisión de la aviación. Hoy es un privilegio que nunca olvidaré". Son líneas que Ruiz escribió en su biografía, que al ser leídas en la página web de la escuela de aviación emocionan, porque transmiten la pasión que mueve cualquier proyecto de vida.

Y Diana supo cómo impulsar su proyecto de vida. Uno de sus logros lo alcanzó literalmente rompiendo la barrera del sonido.

Diana Ruiz: un símbolo de progreso y dedicación

"Soy la primera en volar un avión supersónico dentro de la fuerza aérea. Pertenezco a la tercera promoción de oficiales de arma y técnicos de mujeres de la ESMA. Me siento muy orgullosa de pertenecer a las primeras promociones de mujeres de la ESMA. La inclusión de cadetes mujeres fue un proceso con aciertos y desaciertos, que debe continuar luchando por una completa inclusión y equidad para el personal femenino", dijo Ruiz, oriunda de Ambato, provincia de Tungurahua.

Diana o Dianita, como le decían sus amigos, entró a la historia de la aviación ecuatoriana cuando tenía 21 años de edad. El 13 de marzo de 2014 se embarcó en un avión Cheetah, que tiene la capacidad de volar a velocidades supersónicas, es decir, que rompe la barrera del sonido, a más de 1.225 kilómetros por hora. Con ese vuelo, ella se convirtió en la primera vez que una mujer ecuatoriana pilotaba un avión de ese tipo.

"Para mí, el volar el Cheetah, este avión supersónico de combate de la Fuerza Aérea, se ha convertido en un orgullo personal, una experiencia inolvidable y una motivación diaria".

Las palabras de Diana Ruiz también dejan instrucciones para las generaciones que caminan por la ruta que ella abrió y que tiene como destino el cielo.

"Al personal civil que desea ingresar a la ESMA (Escuela Superior Militar de Aviación (ESMA) “Cosme Renella Barbatto”) puedo decirle que el camino que enfrentarán durante la carrera militar no será fácil, habrá momentos difíciles, arduas tareas y horarios complicados, pero también habrá gratificaciones. Den siempre lo mejor de sí, representen con orgullo, lealtad y valentía el apellido de sus familias. Nunca vacilen entre hacer el bien o el mal; siempre el camino de la rectitud del bien es la única opción. Es ahora el momento que nuestro trabajo profesionalmente realizado defienda a nuestro país y ese es el mayor orgullo y gratificación".

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