El ultimo adios del Ejercito a los cuatro fallecidos
Sepultaron los restos de los militares fallecidos en un accidente de tránsito en Morona Santiago
Mónica Chispón sepultó a su madre hace treinta años. Aquel día, su hermano Alfredo, de 24 meses de nacido, quedó bajo su cuidado. Ella y sus parientes lo criaron hasta verlo convertido en un miembro del Ejército.
Ayer, Mónica trataba de sobreponerse, en la morgue, al golpe de su muerte en un accidente de tránsito en Morona Santiago, en el que también fallecieron otros tres militares; otros 22 están heridos en el hospital de las Fuerzas Armadas, en Quito.
El cabo Alfredo Chispón era el único varón de seis hermanos, que un día decidió enrolarse en las filas castrenses para servir a la patria, dispuesto a morir por ella. Por estar en un batallón de Selva en Gualaquiza desde diciembre de 2016, tenía poco contacto con su familia. La última vez que se comunicaron les dijo que él, su esposa y sus dos hijos estaban bien y que no tenían de qué preocuparse.
Ayer, sus restos fueron trasladados a Catamayo, donde será sepultado hoy, mientras que los de los conscriptos Dalton Holguín (21 años) y Elvis Mercado llegaron en la tarde a Guayaquil. De la base aérea fueron llevados al Fuerte Militar Huancavilca. El otro fallecido, Juank Chinkias, también recibirá hoy cristiana sepultura.
Leonardo Crespo, director médico del Hospital Militar de Quito, explicó ayer que tanto Chispón como Holguín tenían sus órganos destrozados y que fue imposible salvarles la vida.
Hasta ayer, otros diecinueve heridos continuaban estables en la casa de salud y uno seguía en estado crítico. HA