ADN, movimiento con genes del Prian, sin clara definición

En el 2023, Daniel Noboa compartió un video en el que se veía a su padre, Álvaro, en una caminadora, con el lema “Llegó la esperanza que todos queremos”, de la campaña del Prian, como fondo musical. Se leía: “Mi padre empezó esta carrera, yo la voy a terminar”. Y aparecía el hoy presidente corriendo con la camiseta lila de Acción Democrática Nacional (ADN).

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Para las elecciones de febrero del 2025, ADN correrá solo. En mayo fue inscrito en el Consejo Nacional Electoral (CNE), así que ya no necesita del PID y de Mover (eliminado), con los que se candidatizó en 2023.

ADN pidió el casillero 7, como el que tuvieron el Prian y Adelante Ecuador Adelante, de Álvaro Noboa. Su presidenta es María Beatriz Moreno Heredia, quien no contesta su teléfono ni mensajes. Ella ha colaborado con la familia Noboa-Azín e incluso fue candidata del Prian.

Organizaciones políticas carecen de identidad política

Para la politóloga Selene López, en Ecuador hay más organizaciones que identidades políticas. “ADN es un intento por institucionalizar una representación política de la derecha. No lo llamaría populista, no hay una articulación de pueblo con la élite. Es la representación electoral de la élite”, sostiene.

Además, López anota que desde que Daniel Noboa ganó las elecciones, ha utilizado más el personalismo que el partidismo; “le ha resultado rentable electoralmente”. Tanto que ahora su madre, Annabella Azín, encabezará la lista de asambleístas nacionales. Entre sus legisladores se dice que, como en otras organizaciones, las decisiones las toman desde arriba.

La asambleísta Nathaly Farinango, de 24 años, afirma que ADN está en la centro-izquierda. “Creemos en justicia social, el Estado debe intervenir en sectores populares. Es una propuesta para todas las generaciones, que empodera a la juventud”.

El apalancamiento en la figura de su padre, Álvaro Noboa

En mayo de 2023 supo del movimiento y sin experiencia política se registró en Calderón. “Daniel Noboa no era muy conocido. Más bien, la gente se acordaba de su padre y de su madre Annabella. Nos decían: ‘Ah, es el hijo de Alvarito Noboa’. Y recordaban sus brigadas médicas, que en 2023 llegaron con Lavinia Valbonesi”.

“ADN no es una herencia recibida por el actual presidente, pero Álvaro Noboa sí tuvo mucho que ver en el fruto”, opina Vicente Taiano Álvarez, uno de los fundadores del Prian, además de exasambleísta y binomio de Álvaro Noboa, en 2006, frente a Rafael Correa. “Después de todo, Álvaro pasó tres veces a la segunda vuelta, con más de millón y medio de votos. En el debate presidencial del 2023, Daniel despertó el alvarismo. Ha logrado captar la simpatía que tenía su padre. Yo diría que sí hay una dosis de populismo”.

Desde que tenía seis años, Daniel Noboa acompañaba a su madre Annabella a recorrer el país con la Cruzada Nueva Humanidad, recuerda Taiano.

Para el político Luis Fernando Torres, padre de Esteban Torres, viceministro de Gobierno y candidato a asambleísta, “ADN no es una continuación; es algo distinto, liderado por un joven de 36 años. Pero claro que lleva el componente de lo que hicieron sus padres”. Torres niega que ADN sea un clan familiar. “Candidatizar a Annabella Azín es un acierto. Con dos empresarios en el binomio, el mensaje es claro: emprendedores, tengan confianza”.

De la élite, de los emprendedores, de centro-izquierda, del populismo, de un progresismo realista (como se autocalificó ideológicamente el presidente Noboa), o de una mezcla de todo, ADN irrumpe en el tablero electoral con el reto de, más allá de autodefinirse, demostrar que no es una ola pasajera o un movimiento de alquiler como otros que se extinguen o patalean por sobrevivir.

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