Hospital Pacientes
Pacientes. El ahorro en los fármacos está directamente relacionado con el nivel de abastecimiento y el trato.Archivo / Expreso

Adquirir medicinas caras se justifica con la ley de compras

Aunque las subastas inversas se diseñaron para pujar a la baja, los hospitales públicos prefieren la oferta más cara

Los recursos públicos para medicinas son limitados. Deberían ser administrados con diligencia, pero la falta de ahorro es un problema recurrente, tanto en los hospitales del Ministerio de Salud Pública (MSP) como en los del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS).

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El Estado compra medicina cara. Lo evidencia el Sistema Oficial de Contratación Pública. En el portal constan cientos de contratos en donde se evidencia que los hospitales del IESS y del MSP adjudican los contratos de fármacos a la oferta más cara en Subasta Inversa Electrónica.

Un ejemplo, el 16 de mayo pasado, el Hospital General Monte Sinaí ejecutó la puja, en el proceso de subasta SIE-HGMS-2024-022. El objetivo era comprar medicamentos para la externalización en farmacias, para lo cual tenía un presupuesto referencial de 56.732 dólares. ¿Qué pasó? En la puja recibió ofertas de 19.000 y 27.000 dólares. Pero ganó la de 51.119,21 dólares, que pertenecía a Laboratorios Rocnarf S.A.

El 13 de junio pasado, el Hospital del Día Central Loja efectuó la compra de antibióticos. Tenía un presupuesto de 52.824 dólares. Para la subasta del proceso SIE-CCQAHDCL-2024-004, se presentaron nueve oferentes. El mejor precio fue de 27.800 dólares, pero el centro prefirió adjudicar el contrato a Laboratorio Vida (Labovida) a un monto de 50.116, 36 dólares. Significó un ahorro de 2.708 dólares, cuando pudo comprar lo mismo si elegía el mejor precio y con un ahorro de 25.024.86.

La falta de ahorro afecta en millones de dólares 

Lejos de ser casos aislados, los datos del Servicio de Contratación Pública (Sercop) muestran un patrón perjudicial para el Estado: Subastas con ahorros mínimos, que no cumplen el sentido de una puja, que es lograr el menor precio.

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Labovida es uno de los proveedores favoritos del Estado. Entre 2016 y 2023 ha recibido 1.007 contratos, que significaron ventas por 35,13 millones de dólares. La mediana de ahorro fue de 5 %, respecto al presupuesto referencial. Así lo indican los datos del Observatorio Ciudadano de Compras Públicas, que pertenece a la Fundación B 77 y que mantiene un convenio con el Sercop para analizar información oficial y evaluar la calidad de gasto.

Estos indicadores señalan que mientras en otras contrataciones a mayor número de proveedores, las ofertas son más bajas y por lo tanto mejora el ahorro, con Labovida no. De los 35,13 millones en contratos, el 13 % los ganó en subastas con más de 10 oferentes, pero su media de ahorro fue del 5,02 %.

La Ley de Contratación Pública dice que la Subasta Inversa Electrónica es un proceso dinámico. Que busca el ahorro y que cuando hay un solo oferente, el contrato se adjudicará siempre que el proveedor rebaje su oferta económica en al menos el 5 % del presupuesto referencial. Es decir, el ahorro que el Estado logra con Labovida es igual a no hacer una puja.

Este Diario pidió entrevistas con el MSP, el IESS y con Labovida, pero hasta el cierre de esta edición no respondieron.

La razón por la que el Estado puede adjudicar al precio más caro es por el denominado Valor Agregado Ecuatoriano (VAE). El Sercop dice que a una empresa nacional se le da la preferencia para ganar las subastas, pues se le reconoce como un valor agregado la producción nacional y la manufactura local.

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Ya en julio de 2023, EXPRESO publicó que de 70 subastas inversas de Labovida, en 48 procesos ganó con la oferta más cara, en 14 subastas ganó con el precio más bajo y en siete no pujó contra nadie, pues fue el único oferente calificado. Además, en las pujas, el 68 % las realizó con oferentes sin VAE.

Los que participan sin VAE son los denominados “oferentes extranjeros”, que son empresas o personas naturales ecuatorianas, con capital nacional, con empleados locales, pero que no fabrican, sino que importan medicinas de Alemania, India, etc. También pueden ser laboratorios extranjeros, pero esos casi nunca participan directamente, aunque las subastas inversas se aplican para medicamentos normalizados, es decir, cumplen los mismos requisitos de efectividad, calidad, manejo, etc.

  • Compras. Este Diario ha evidenciado varios problemas de las subastas, como el hecho de participar oferentes relacionados entre sí o no solo una persona.

  • Índice de valor agregado. El VAE tiene un porcentaje y este valor se calcula según el porcentaje de participación ecuatoriana mínima obtenida a partir de la desagregación de la mano de obra, productos usados, tecnología local, etc. En el caso de medicinas, el Arcsa certifica y da los permisos a laboratorios nacionales y o a productos importados de laboratorios extranjeros. 

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