Adum: “El aeropuerto de Daular es egoista”
El postulante por el partido Fuerza Ecuador (ex-PRE) plantea, entre otras cosas, la construcción de la carretera Pedro Carbo-Manglaralto, para unir a las poblaciones de Guayas con la provincia de Santa Elena.
A Alfredo Adum Ziade (66 años), candidato a prefecto de Guayas, le preocupa la unidad de la provincia, cuya concreción, dice, es básica para evitar que ocurra un desmembramiento, como ocurrió en la península de Santa Elena, que se provincializó “por el descuido de la Prefectura”. También propone hacer el aeropuerto de Guayaquil en Taura.
- ¿Cuál es su propuesta para la provincia del Guayas?
- Yo he hecho propuestas buscando la integración para lograr una cohesión. Creo que los guayasenses, con el desmembramiento de Santa Elena, quedamos muy golpeados. La provincia fue agredida y ofendida, nos quitaron el más importante recurso turístico por culpa de malos prefectos.
- ¿Cómo lo haría?
- Guayaquil, en sus últimos 26 años, se ha manejado con un criterio centralista y egoísta.
- ¿Guayaquil ha eclipsado a Guayas?
- Claro que sí y se debe a que los grupos de poder no han captado quizás la Prefectura con un personaje de ellos, entonces le han dado más importancia a Guayaquil, porque fue su alcalde un expresidente (León Febres-Cordero). Eso centralizó todo y resulta que hay un resentimiento del resto de la provincia y la única manera de vengarse es cantonizarse.
- ¿Por qué propone hacer el aeropuerto de la ciudad en Taura y no en Daular?
- El aeropuerto en Daular es egoísta. Planteo hacerlo en Taura porque ahí nos cuesta mucho menos, porque ya está la pista y la infraestructura para los aviones, entonces lo que hay que hacer es la terminal de pasajeros.
- ¿Por qué la insistencia de hacerlo en Daular?
- El vulgo dice que es porque las tierras ya las han comprado los socialcristianos. Yo no soy socialcristiano, pero tengo ahí 400 hectáreas que son camaroneras... Entonces, al llevar el aeropuerto a Taura vamos a estar en un sitio tan estratégico que va a hacer que Milagro, Durán, El Triunfo, Yaguachi, Jujan, Naranjal, Puerto Inca, La Troncal sientan que tienen ese aeropuerto.
- ¿Qué le faltó por hacer cuando fue prefecto en el periodo 1984-1986?
- Me faltó hacer todo lo que le estoy diciendo. El proyecto de la carretera Pedro Carbo-Manglaralto se quedó en carpeta, el tema del aeropuerto de Taura se lo planteé a (Abdalá) Bucaram en 1996.
- ¿Por qué escogió a su esposa Alemania Centeno como postulante a viceprefecta?
- A mi esposa la conocí en la vida profesional, ella es doctora en leyes, entonces es una mujer que tiene una vasta carrera judicial. ¿A quién iba a poner? ¿A una viceprefecta que al otro día va a comenzar a conspirar contra mí? Porque en la primera prefectura me conspiró todo el mundo y me sacaron a bala.
- No es fácil sacarlo a bala. ¿Cómo lograron que renuncie?
- Porque mataron abajo a la señora que vendía el periódico. Mataron gente, comenzaron a dar bala y yo dije no, si yo soy un hombre que tengo mis negocios, mis ingresos, mis hijos.
- Y también su temperamento violento.
- Bueno, ya ha bajado con los años.
- Usted reconoció que estaba loco.
- Yo decía eso porque cuando era chiquito siempre fui una persona vehemente. Comenzaba a leer un libro y ya quería ir por la última página. Era un hombre con una ansiedad increíble. A mí lo que me frenó en la vida realmente fue la muerte de mi hijo mayor, en 2000. Cuando él nació, fue la primera y única vez que lloré. Cuando murió no, porque no sé llorar.
- ¿Esa ansiedad perjudicó su salud?
- Yo destruí mi sistema nervioso producto de la alteración que le produces al páncreas y al nivel de insulina en el organismo, entonces terminé siendo diabético. Después me dio un cáncer a la próstata que no detecté a tiempo porque fue silencioso. Dios me puso en manos de un médico judío en Houston. Estuve allá año y medio y él me curó, pero en ese ínterin me dieron dos infartos, a los 60 años. El doctor me pidió que no regresara al Ecuador, que llevara una vida tranquila en Estados Unidos.
- ¿Y por qué regresó?
- Porque tengo una pasión. Yo me hice rico y tengo una disciplina moral bárbara, no soy trasnochador, no sé beber, no me gusta el juego, llevo una vida muy disciplinada, y veo cómo saquean a mi país y las consecuencias las pagamos nosotros.