Alejandra Paredes, actriz y productora ecuatoriana.

Alejandra Paredes: “El teatro nunca va a morir”

La actriz y productora habla sobre su fuerte lazo con la actuación y presenta su nueva obra.

En conversaciones con varias actrices nacionales, las respuestas del porqué han elegido esta profesión son casi siempre similares: en resumen, les permite ponerse en los zapatos de otros y conocer realidades paralelas.

Coincidentemente, la intérprete guayaquileña Alejandra Paredes aseguró que esa es la razón por la cual el teatro nunca va a caducar. “Es el reflejo de lo que es la humanidad, es lo que de verdad somos, lo que alguna vez dudamos, nos identificamos con lo que pasa, en escena”, afirmó con seguridad.

La vocación por este arte floreció temprano. Recordó que a los 6 años sus papás decidieron inscribirla en un taller de actuación convocado por el Banco Central con la excusa de que “hablaba mucho”.

El escenario se convirtió en su lugar favorito y, pese a que cuando fue creciendo estudió otras carreras universitarias como periodismo y diseño gráfico y probó en trabajos más rutinarios, la vida poco a poco le fue enseñando cuál era su profesión. Una que hoy pule día a día.

Alejandra considera que saber de otras áreas como la producción y dirección enriquecen su ejercicio actoral, y se ha sometido a la exploración de ellas.

Empezó con teatro infantil y el año pasado incursionó en obras de microteatro.

Confesó que le encanta estar ‘detrás de’ por “el orden, organización y comando, todo sale de la cabeza de uno. Esa visión que tienes en la mente, hacerla realidad es lo bonito”.

Reveló que últimamente se había estado cuestionando si sería capaz de dejar su carrera como actriz para dedicarse únicamente a producir; y ante escuchar otra vez la interrogante, reflexionó diciendo que lo haría para descansar un rato, pero que su pasión está en la personificación de nuevos papeles.

“Es una carrera de fondo, no de rapidez”

Alejandra rememoró que la llegada de su primer hijo la ayudó a darse cuenta de que quería dedicarse netamente a la actuación. También se considera una afortunada porque no le ha faltado trabajo y a los que se forman para vivir de este arte les dice: “Es verdad que hay épocas en las que no te llaman, que no hay mucho movimiento, pero ahí es donde uno mismo tiene que montar sus cosas. No creo que el actor tiene que quedarse en casa esperando una llamada, tiene que proponer, tener ideas y salir a buscar”.

La Sabrosa, su personaje

“Es como su nombre lo dice. Además linda, guapa, imponente, se cree poderosa y que se las sabe todas. Va un paso más allá de las demás, pero guarda una debilidad muy grande que se descubre en la obra y es eso lo que la hace ser frágil. Tiene esa vulnerabilidad que las demás se dan cuenta y se aprovechan. Eso es lo bonito del personaje, que tiene una máscara de fortaleza con la que demuestra que sabe lo que quiere y todo; pero en el fondo no es así. Psicológicamente hablando, podemos asemejarlo a distintas situaciones de la vida desde uno mismo, porque nos ponemos barreras y corazas; sin embargo, hay cosas que afectan y nos hacen sacar el lado humano de verdad”.

A 2,50 la cubalibre

El texto de esta obra fue escrito por el venezolano Ibrahim Guerra. Es una de las más exitosas que ha tenido ese país, así como Colombia donde ha estado ya casi 9 años en cartelera.

Los directores de la misma y creadores de La nueva compañía, Jorge Souki, José Ramón Barreto y Henry Gaspar decidieron traerla acá. Ellos se encargaron también de hacer el casting y escoger, por el trabajo que ya conocían de algunas, a las protagonistas.