Alianza PAIS ensaya su último acto para evitar desaparecer
La lista de precandidatos a la presidencia quedará definida el viernes. La decisión de ir con candidatos propios fue tomada a espaldas de Carondelet
Reconocen que llegan bastante golpeados y sin un liderazgo claro. En el movimiento Alianza PAIS (AP) se dieron hasta el viernes para tener una lista de precandidatos a la presidencia de la República.
Esto, luego de que el fin de semana esta organización, con la que llegó al poder Lenín Moreno, anunciara que correrá con candidatos propios pese al difícil momento que atraviesa desde 2017, cuando se produjo la fractura y un desgrane que no ha parado en estos tres años.
Sobre quién podría lanzarse a esta aventura con PAIS no tienen idea ni sus propios dirigentes. René Espín, quien dirige AP en Pichincha, le dijo ayer a EXPRESO que hasta el 31 de julio han puesto como plazo para que las bases provinciales propongan nombres que cumplan el perfil de precandidatos.
“Debe tener una imagen nacional, cubrir con las expectativas ideológicas y políticas del movimiento, que no queden dudas sobre la ética y la moral del aspirante y tenga aceptación de la militancia”, señaló Espín.
Pero el panorama electoral de AP se proyecta cuesta arriba. Por un lado perdió la fuerza que le aportaba la facción que dio el salto hacia la Revolución Ciudadana y por otro, el presidente Moreno, quien en el papel también preside el movimiento, se ha desentendido totalmente de la organización política.
No podemos negar que hubo una crisis que afectó la reputación del movimiento
De hecho, una militante de PAIS que pidió la reserva de su nombre le dijo a este Diario que Moreno no tuvo nada que ver en la decisión de ir con candidatos propios, porque hay diferencias evidentes entre el Gobierno y el partido. Sin embargo, no descartó que entre los precandidatos haya gente del Ejecutivo actual.
La politóloga y académica Natalia Sierra considera que detrás de esta acción de lo que queda de PAIS, más que proyecto político se buscaría cuidar los intereses corporativos de facciones de poder que todavía quedan en el movimiento.
“Saben que llegan con pocas opciones y que incluso otras fuerzas políticas pensarán dos veces para establecer alianzas con ellos. Sin embargo, siempre habrá quien se preste para ser candidato, promocionar su propio nombre y buscar las formas de presionar al próximo gobierno”, dijo Sierra.
Deserciones
La semana pasada quien era la segunda presidenta de Alianza PAIS y también asambleísta, Elizabeth Cabezas, formalizó la desvinculación del movimiento. A ella se unió la también legisladora María José Carrión.
Debilitamiento
En las últimas semanas se conoció que la sede emblemática de AP, ubicada en el norte de Quito, fue puesta a la venta. Ese fue el sitio de reuniones y festejos de los triunfos electorales que tuvo el oficialismo durante la década pasada.
Ataques
Según la dirigencia de AP, el debilitamiento de la organización se debe a errores internos pero también a los ataques de sus adversarios. Natalia Sierra cree que en las próximas elecciones serán el objetivo de todos los partidos.