Un alto grupo de estudiantes reprueba o deserta de entrada
Después de luchar por un cupo, hay alumnos que lo pierden en nivelación o en primer año. La brecha de conocimientos, entre las principales causas
El primer semestre de su carrera empezó recién en junio pasado, hace poco más de dos meses, pero ya está pensando en renunciar. Lo detiene saber lo difícil que resulta conseguir un cupo en una institución pública de educación superior. Pero el caso es que los temas que está viendo en Matemáticas jamás los vio en su colegio, no los entiende y no sabe cómo resolverlos.
De los 40 alumnos que comenzaron el curso, al menos cinco no lo pensaron tanto y ya desertaron, dice Luis, de 17 años, estudiante de un instituto tecnológico de Daule, quien por estos días vive entre la ‘tortura’ de una materia que no entiende y el pedido de sus padres y amigos de que no renuncie.
La deserción estudiantil siempre ha existido en la escuela, colegio o universidad, por algunos motivos comunes y otros específicos de cada nivel. Pero resulta llamativo que en la educación superior se presente en el primer año de la carrera e inclusive en el curso de nivelación, cuando existe en el país una verdadera pugna por cada cupo y se supone que entran quienes han obtenido los más altos puntajes, basados en su esfuerzo y deseo de estudiar.
A pesar de haberla solicitado a inicios de la semana pasada, la Secretaría Nacional de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (Senescyt), no proporcionó hasta el cierre de esta edición las cifras o porcentajes actuales de alumnos que se retiran en la fase inicial de su carrera.
Como publicara este Diario, hasta 2019, antes de la pandemia, la deserción general en la Universidad de Guayaquil, la más grande del país en población estudiantil, promediaba el 26 % de manera general.
Ahora, el Decano de Formación Académica de la institución, Oswaldo Baque, precisa que un 15 % reprueba o deserta en nivelación, según el promedio general de los últimos cuatro ciclos. Esto es, antes del inicio formal de su carrera.
Y dado que algunos cursos de nivelación difieren en su pénsum según las carreras, porque tienen materias o componentes específicos, es posible que en algunas el grupo de quienes desertan sea mayor; y en otras, menor a ese 15 %.
Baque dijo no tener a la mano las cifras de deserción en el primer año de carrera y ofreció proporcionarlas después.
En cambio, la Escuela Superior Politécnica del Litoral (Espol) compartió las cifras de deserción del primer año de sus 32 carreras, aunque no la de los cursos de Nivelación.
La entidad separa sus carreras en dos grupos: en uno las ingenierías, biología, matemáticas y estadísticas. En el segundo, las otras nueve. En el primer año de carrera los porcentajes de deserción son disímiles, como lo muestra el gráfico.
Oswaldo Baque; el excoordinador zonal de la Senescyt, Vallardo Villegas; y el presidente local de la Federación de Estudiantes Universitarios del Ecuador, Carlos Coello, atribuyen la alta deserción inicial a la brecha de conocimientos entre lo que enseña el colegio y lo que exige la Universidad.
Coello acota que la desventaja es mayor entre los alumnos de colegios rurales. A ello suma que algunos estudiantes aceptaron cupos fuera de su ciudad porque estaban en modalidad virtual, pero al volver a la presencialidad no pudieron seguir.
Por último, agrega que otros chicos aún aceptan cupos para carreras que no fueron su primera elección, solo para no perder la plaza. Pero ya dentro de la carrera se dan cuenta de que no era lo que querían. Justo lo que el Gobierno, en época de campaña, ofreció evitar.
A pesar de lograr un cupo con esfuerzo, eso no garantiza que puedan desenvolverse en la Nivelación.
LAS CAUSAS Y LA POSIBLE SOLUCIÓN
“En efecto, así sucede, La principal causa son las falencias con que vienen los estudiantes del colegio versus el nivel de exigencia de las universidades. En la Espol eso es dramático. La tasa en nivelación es altísima, recuerdo que era del 60, 70 %", confirma al respecto el excoordinador zonal de la Senescyt, Vallardo Villegas.
Se supone que esa diferencia debe compensarse en la nivelación, pero a veces esa diferencia es tan grande que hace que el chico no sea capaz de superar la nivelación”, agrega el también catedrático universitario.
El decano de Formación Académica de la Universidad de Guayaquil, Oswaldo Baque, espera que con el manejo del proceso de admisión por las propias universidades se reduzca el número de alumnos que estudian o aceptan cupos para carreras que no son su primera elección, pues la postulación será directa.
Sobre la brecha académica, dice que plantean un curso más de orientación, pues no es posible nivelar los conocimientos en tan pocos meses.
Esta problemática no es solo de una IES, sino que es de todas y también de las instituciones de bachillerato.