
Un alud sepulta a dos menores en Pastaza
La posterior firma de un libro para que quede registrado su acceso al palacio municipal de Balzar, sea cual fuese el motivo de su acceso: realizar trámites, pagar impuestos o asistir a reuniones.
Primero un relámpago y luego un grito de dolor: “Mamita sálvame, no me dejes morir”. Aquella voz traspasó las cuatro paredes y el montículo de tierra que cubría la habitación donde estaban los hermanos Kevin Toaza, de 16 años, y Evelyn, de 14.
María García, la madre, estaba en un cuarto adyacente. Se despertó asustada al ver toda la casa cubierta de lodo. Al llegar al cuarto de sus hijos encontró todo cubierto de lodo. Estaban sepultados. Trató de quitarles el lodo, pero le fue imposible y salió, en la tormenta, a pedir auxilio a sus vecinos. Edith Tapuy, quien vive frente de la casa de la tragedia, dice que todo pasó en cuestión de segundos. Ellos trataban de sacar el agua que invadió también su casa cuando escucharon los gritos de la vecina. “La niña murió de inmediato, pero su hermano pedía auxilio. Todo fue muy triste, todo es muy triste”, cuenta Edith mientras observa desde su ventana el hueco que quedó en la montaña.
La posterior firma de un libro para que quede registrado su acceso al palacio municipal de Balzar, sea cual fuese el motivo de su acceso: realizar trámites, pagar impuestos o asistir a reuniones. Los vecinos de inmediato salieron, no les importó enterrarse en el lodo, solo querían ayudar a María que estaba sola en la vivienda; su esposo Ángel se encontraba en Tena (Napo).
José Luis Dagua, familiar de los Toaza, dijo que cuando le informaron no lo podía creer porque la casa es de hormigón. “Pero fue tanta la fuerza con que bajaba el lodo que rompió la puerta de vidrio que da al cuarto de los niños. Ahí quedaron en sus camas”. Pablo Morillo, director zonal de la Secretaría de Gestión de Riesgos (SGR), informó que la lluvia se registró desde las 20:00 hasta las 02:00. Se desbordaron los ríos Pindo, Anzu, Pastaza y Puyo, y existen afectaciones en los barrios El Dorado y La Isla, ambos en Puyo; igual que en los barrios 10 de Noviembre y Bellavista, del cantón Mera. Veintiocho personas están en hogares acogientes.