La amazonía de Ecuador, el foco de estudio de un colegio de España

“Ecuador, país de los cuatro mundos”, y “ahí se vive una experiencia única”, son algunas de las frases que se repiten entre los testimonios de los estudiantes del Instituto Las Musas, situado en Madrid (España), que han conocido de primera mano la Amazonía y Serranía ecuatoriana. La experiencia de once días que enriquece su visión del mundo, queda plasmada en libros.

Ecuador, su posición geográfica y su diversidad natural y étnica, es objeto de estudio en las aulas de este instituto, cada año. Pero no se trata de una tarea común, sino de un proyecto muy emocionante por el que, durante medio año, los chicos de bachillerato, de entre 16 y 17 años, investigan a profundidad la vida en Ecuador y luego atraviesan el Atlántico para conocerlo en carne propia.

Una vez ahí, los estudiantes españoles se adentran en los paisajes de la Serranía y en la espesa selva amazónica para convivir con comunidades indígenas ancestrales: kichwa, shuar y cofán.

“Para ellos es toda una aventura. Pisan la selva, lugares apartados y descubren, por ejemplo, que ahí se vive en cabañas, que hay otras frutas, comidas y que llueve diferente que en España, llueve como si el cielo cayese entero. Aprenden sobre todo que en el primer mundo hay una cantidad de cosas que en la Amazonía no hacen falta”, cuenta José Antonio Expósito, director del instituto Las Musas.

CUÁNDO Y CÓMO COMENZÓ TODO

Este proyecto inició en el año 2018, cuando se hizo la primera expedición bajo el nombre ‘Las Musas, a un paso de la Amazonía’, con 8 alumnos de ese colegio público de Madrid. La segunda expedición se realizó en 2019, con 20 estudiantes, pero por la pandemia, en los dos siguientes años tuvo que paralizarse. La institución retomó la iniciativa en 2022 y 2023. La mantiene pendiente en este 2024.

“La situación actual de inseguridad en Ecuador hace aconsejable que este año no vayamos”, dice el director.

Una vez en Ecuador, los chicos se instalan en la ciudad de Quito, desde donde visitan puntos como el Centro Histórico, el museo Guayasamín, el museo del Intiñán, el Parque Nacional Cotopaxi y localidades autóctonas indígenas como Otavalo, Cuicocha y San Clemente.

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En la Amazonía llegan a la ciudad de Tena y al centro comunitario de mujeres en Misahualli, llamado Sinchi Warmi (mujer valiente) en el que conviven entre 4 a 5 días y conocen a detalle el proyecto turístico de las indígenas, a través de sus artesanías, danzas, rituales, la elaboración de la tradicional chicha de yuca y de recorridos para conocer la flora y fauna de la zona.

Estas cuatro expediciones de las que han sido parte más de 60 estudiantes, concluyen en libros donde se recoge las experiencias de los exploradores. Además, cada año, después de la excursión, realizan una exposición fotográfica y de video en la Embajada ecuatoriana en Madrid.

HISTORIAS DE VIAJES EN LIBROS

Hasta ahora se han publicado tres libros bajo el nombre ‘Las Musas, a un paso de la Amazonía’, de las primeras tres expediciones. Esta iniciativa ha sido aplaudida por autoridades españolas y hasta ha merecido el premio nacional español de calidad de enseñanza Vicente Ferrer.

Para llegar hasta Ecuador, los alumnos siguen el proyecto que consta de tres partes. Primero deben investigar el país desde su geografía, política hasta su fauna. Luego realizan una exposición de todo lo indagado para sus compañeros, familiares y miembros de la Embajada ecuatoriana.

La segunda parte es la recaudación de fondos para el viaje. Realizan rifas y venden flores en el instituto por el Día de los Enamorados. “Más de 1.500 flores se venden ese día. Todo el instituto se inunda de flores. Con esas ventas se financia una parte del viaje. Otra parte la pagan las familias de los estudiantes”, cuenta el titular del colegio.

La tercera parte es cuando regresan de Ecuador. Deben reconstruir la crónica del viaje con las reflexiones que les deja la odisea. Libro que sirve como estímulo para los próximos alumnos expedicionarios.

¿POR QUÉ ECUADOR?

La idea de viajar y explorar este país sudamericano nació con el docente David Jiménez tras vivir en Ecuador por casi tres años y quedar maravillado. “Es absolutamente emocionante leer lo que ha supuesto para ellos, lo que han sentido y cómo el viaje los ha cambiado para siempre”, cuenta a EXPRESO.

Detalla el profesor que la experiencia es tan positiva que, incluso, años después, los alumnos se reencuentran para conversar sobre esta en restaurantes ecuatorianos en España o acuden a eventos de la embajada de Ecuador.

“Me siento muy orgulloso de haber acercado el Ecuador a un puñado de estudiantes, familias y compañeros para los que Ecuador dejó de ser un país chiquito (incluso a veces una línea imaginaria), para convertirse en un pueblo por el que tienen un cariño muy especial”, destaca.

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Si bien el proyecto arrancó con el objetivo de que los estudiantes españoles entendieran a profundidad una cultura diferente a la suya y las razones de la migración de países subdesarrollados de América Latina como Ecuador a naciones de primer mundo como España, esta idea ha ido evolucionando hasta formalizar lazos diplomáticos con el sentido de fortalecer las relaciones sociales y culturales entre ambos países. Tanto así que han intervenido en los eventos de exposiciones la Embajada de Ecuador y el año pasado el expresidente ecuatoriano Guillermo Lasso recibió en el palacio de Carondelet a los expedicionarios.

“Lo que queremos es que estas expediciones sean el germen de algo más importante para establecer más lazos entre España e Iberoamérica en el ámbito educativo”, enfatiza el director.

EL DIRECTOR QUE SE JUBILA

Antes de que los casi 55.000 asientos del ya demolido estadio Vicente Calderón pasaran a mejor vida, justo cuando el campo de fútbol del Atlético de Madrid se trasladó, el club recibió una carta. Un instituto público del barrio, a casi un kilómetro, les daba la bienvenida al vecindario y les pedía 400 sillas de plástico de la vieja instalación para renovar las gradas de su pista deportiva. Desde entonces, los 1.500 alumnos del IES Las Musas se sientan donde antes lo hicieron cientos de miles de colchoneros.

La rocambolesca idea fue del director del centro, José Antonio Expósito, de 60 años. Una de tantas, como tirar las paredes para que las aulas fueran de cristal, montar un programa de investigación para chavales de 16 y 17 años, organizar intercambios con Canadá o Moscú, que los alumnos debatan en el Parlamento Europeo o que viajen a la Amazonía ecuatoriana. El director de Las Musas, que inició como profesor have 20 años, anunció su jubilación al claustro de profesores hace dos jueves.

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