La Amazonía, fuera de línea

Están desconectados. La falta de internet ha sido un problema constante en las zonas rurales y la Amazonía no es la excepción.

A inicios de diciembre la ministra de Telecomunicaciones, Viviana Maino, anunció la potenciación de los 187 infocentros de la Amazonía. Estos “espacios que garantizan el acceso a las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC)”, según indica la cartera de Estado, funcionan con fibra óptica, radioenlaces e internet satelital.

Sin embargo, el problema está en los hogares amazónicos. En 2019, la cartera de Telecomunicaciones, dirigida por Andrés Michelena, publicó el Libro Blanco de Territorios Digitales en Ecuador para servir “como una herramienta de referencia” para los Gobiernos Autónomos Descentralizados (GAD).

Según esta publicación, cerca del 68 % de los GAD viene “gestionado” un nivel de madurez digital. Es decir, que ya empezaron un desarrollo digital en sus cantones. Seguido por un 17 % de localidades que tienen un nivel inicial de desarrollo y, finalmente, un 16 % de los cantones, un nivel definido de desarrollo digital.

Esto, según Telecomunicaciones, quiere decir que, a comparación de otros años, en 2019 hubo un aumento de proyectos que fomentaban las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) y “disminuyendo gradualmente la brecha (digital)” en los municipios.

Sin embargo, según datos del Ministerio de Telecomunicaciones de 2019, los últimos disponibles, el 31,47 % de los hogares de la región Amazónica tiene acceso a internet. Las provincias con peor cobertura son Morona Santiago (27,1 %) y Orellana (22,2 %).

Esto sumado a que, en promedio, solo 2 de cada 10 amazónicos tienen una computadora de escritorio o una laptop. Los 8 restantes poseen telefonía celular. Sin embargo, la deficiente cobertura no permite que se conecten al internet.

En 2020 la cartera de Telecomunicaciones elaboró un proyecto para “potenciar la conectividad en la Amazonía”. En ese documento se reconoce que la mayor cantidad de nodos de fibra óptica está en las zonas urbanas y que existen cantones y parroquias rurales “por atender con esta tecnología”.

Para el ingeniero electrónico y coordinador de la iniciativa ciudadana Red Comunitaria para la Educación, Ramiro Valencia, este problema tiene tres pilares. El primero es la falta de infraestructura en las zonas rurales como gran parte del Oriente ecuatoriano.

“Falta accesibilidad en las zonas, falta electricidad”, menciona Valencia. Además, indica que, sumado a las dificultades de acceso, “en las zonas boscosas sería complicado construir una torre de 90 metros” para ampliar la conectividad.

El segundo pilar, según Valencia, es la asequibilidad y la capacidad de pago en estas regiones. “En las urbes se destina del 5 % al 8 % del ingreso familiar a la comunicación”, comenta el ingeniero. Sin embargo, añade que en las zonas rurales esa inversión significa hasta el 28 % del ingreso mensual.

El tercer y último pilar que compone la problemática es la falta de contenidos que esas poblaciones requieren. “En las comunidades las necesidades son distintas”, dice Valencia y reflexiona que mayor alfabetización digital y más acceso a las TIC podría ser la solución para que el Oriente esté conectado y genere productos de su interés.

Sin embargo, la infraestructura sigue siendo un eje transversal para solucionar la falta de conectividad. En ese ámbito, el rol de las empresas de telecomunicaciones toma relevancia.

Así como la fibra óptica, el Servicio Móvil Avanzado (SMA) solo llega a las zonas urbanas y con mayor densidad poblacional. Eso a pesar de que el 86,5 % de la región Amazónica tiene telefonía móvil, según datos de Telecomunicaciones de 2019. Además, la región está principalmente cubierta por redes 2G (73 %) y 3G (91 %), señales utilizadas para llamadas, mensajes de texto y navegación básica.

Sin embargo, según el proyecto de la cartera de Estado, solo hay cobertura 4G en las provincias de Orellana (34,25 %), Sucumbíos (42 %) y Zamora Chinchipe (12,13 %). En el resto de provincias amazónicas “es casi nula”. Esta red es una de las más recientes y permite mayor y mejor velocidad de internet “para acceder a servicios como telemedicina, teletrabajo, llamadas de voz por internet y diversas aplicaciones”, según la Agencia de Regulación y Control de las Telecomunicaciones (Arcotel).

Por su parte, las operadoras móviles son las llamadas a ampliar la cobertura del SMA. Según datos de la cartera de Telecomunicaciones, la empresa con más líneas activas es Claro con cerca de 24 millones de usuarios en el país. Le sigue Movistar con poco más de 14 millones de líneas y, por último, la estatal CNT con poco más de 8 millones de usuarios. Según el ingeniero Valencia, estas empresas son las encargadas de expandir la cobertura del internet. Sin embargo, indica que “no es buen negocio” por el factor de capacidad de pago antes mencionado.

En julio de 2021 se aprobó la reforma a la Ley de Telecomunicaciones, vigente desde el 2015, para que los prestadores de servicios de telecomunicaciones contribuyan con el 1 % de sus ingresos totales a proyectos de expansión para un “servicio universal”.

• Computadores

La provincia de Morona Santiago tiene el menor acceso a un computador de escritorio o laptop. Cerca del 22 % de sus hogares tiene uno.

• Telefonía móvil

El 91 % de los hogares de Pastaza tiene acceso a telefonía celular. Es la provincia con mayor cobertura de la región.

• Internet

En la provincia de Orellana, 2 de cada 10 hogares tienen acceso a internet.

• Smartphones

7 de cada 10 personas en la región Amazónica tienen acceso a un teléfono inteligente. Zamora Chinchipe es la provincia con mayor acceso con un 81,1 % de su población.

• Conectividad

Solo el 31,47 % de los hogares en la Amazonía tiene acceso de internet. Morona Santiago, con el 27,1 %, y Orellana, con el 22,2 %, son las provincias con la peor cobertura.