Amazonia, una tierra magica
Para visitar la selva se necesita algo esencial: amar la aventura. Descubra por qué.
Mirador Indichuris, en la provincia de Pastaza, el ingreso cuesta $2.
Un mundo sin paredes, con minúsculo wifi y banda sonora propia, la selva. Se puede decir que es la vida en su estado más puro. Para aquellos de alma inquieta, la Amazonía ecuatoriana es un destino imperdible, pues en ella puede encontrar lujos sencillos, como navegar por el río Puyo, o reposar sobre una hamaca en el mirador de Indichuris. Pero para disfrutar, usted deberá renunciar a la ingenua idea de querer permanecer ‘limpio’. David Cascante, experto en turismo, explica que en la Amazonía la lluvia es constante, llega sin avisar y con fuerza. Quitarse los tabús de la mente es otro consejo que brinda, ya que dice que se debe ir dispuesto a aprender un estilo de vida diferente. Entonces no olvide su impermeable y acompáñenos a recorrer la zona central del Oriente, donde podrá hallar la cascada Hola Vida, las cavernas de Jumandy, el centro turístico Huayuri, el refugio de vida salvaje El Arca y la ‘liana de la muerte’. Recuerde que la aventura siempre estará lejos de la zona de confort.
Cascada Hola Vida
Se halla enclavada en medio del bosque ubicado en la provincia de Pastaza. La entrada cuesta $ 2 y para llegar se debe caminar por aproximadamente treinta minutos . De a poco, usted podrá escuchar el sonido del agua cayendo desde lo alto y entre la espesura de la selva ver su manto imponente. Allí hay una poza natural, donde es posible nadar. Por lo tanto, no olvide su traje de baño.
El Arca
Se encuentra ubicada en la provincia de Napo, cantón Archidona. Monos, pumas, pájaros y hasta anacondas habitan allí. El Arca recibe a animales que han sido maltratados, los rehabilitan y en ciertos casos los devuelven a su hábitat natural. El ingreso cuesta $ 3,50. Los ancianos y niños no pagan. Está adecuado para que las especies se sientan en libertad, e incluso algunos ejemplares vienen y van.
Bajo la superficie: cuevas de Jumandy
Las cuevas de Jumandy están situadas en la provincia de Napo. Tendrá que nadar, caminar y hasta gatear al recorrerlas, travesía que dura más o menos una hora. En ellas se encuentran vertientes subterráneas donde también se puede disfrutar de un baño natural. Para ingresar, cada persona debe pagar $3.
Gran vista a la selva
¿Da miedo? Dejemos que su nombre responda a la pregunta, pues por algo la llaman la ‘liana de la muerte’. Se encuentra ubicada en el Mirador Indichuris, en la provincia de Pastaza. Se requiere de una corta caminata por la montaña para gozar de una vista que enmudece. Pero ese silencio no le durará mucho si usted quiere liberar adrenalina, pues el salto de la liana es un atractivo donde se le coloca un arnés en la cintura y es atado a una soga que a su vez está sujeta a la rama de un árbol. Luego de estar equipado, solo necesita tres segundos de valentía para saltar y disfrutar de una vista inolvidable. El ingreso cuesta $ 2.
Otro estilo de vida
Luis, jefe del centro turístico Huayuri , en Pastaza, nos recibe con una taza de chicha de yuca. Trate de no rechazarla, pues es una ofensa para la comunidad. Además podrá observar la danza típica, practicar con la cerbatana, o visitar la tienda de artesanías. En esta comunidad hablan kiwchua. Recuerde que no es lo mismo que el quechua. David Cascante, especialista en turismo, explica que el quechua es la lengua madre, mientras que el kiwchua nace de una mezcla entre el aymara de Bolivia, el quechua de Perú, los idiomas nativos de la zona andina y la lengua originaria de los omaguas. También podrá degustar del maito (pescado) y la guayusa. Como muestra de gratitud, usted puede responder con un ‘ashka pagarachu’, que significa muchas gracias.
¿Qué llevar?
- Impermeable, medias, dos pares de zapatos, botas de caucho y traje de baño.
- Repelente para mosquitos y protector solar.
- Una linterna de cabeza, otra de mano, brújula y pito por si se pierde.
- Empacar una sola maleta tipo mochila.
- Ropa cómoda y suelto, no billetes grandes.