Analicemos el voto con prolijidad

Nuestro querido país está próximo a cambiar alcaldes, concejales, prefectos y miembros del Concejo de Participación Ciudadana y Control Social (Cpccs); es decir, debería ser una fiesta electoral porque tendremos en nuestro poder el cambio de estas autoridades que en porcentaje grande han hecho daño a sus respectivos municipios y provincias, ya que siguen estancados como cuando iniciaron el último período, sin suficientes servicios básicos, como que el tiempo se detuvo en estos lugares. Pero no será una fiesta porque los electores debemos analizar el voto con incomodidad, mucha prolijidad, entre cientos de candidatos como nunca visto, para dar preferencia a quienes, en cada territorio, esas autoridades hicieron bien su trabajo y puedan continuar sus sucesores con la obra emprendida. Como alternativa debemos analizar si el penúltimo alcalde actuó mejor que el último para que reanude las obras interrumpidas por los corruptos de la década aciaga. Por favor señores electores, eviten votar por quienes aparecen, ahora, regalando camisetas, gorras, besos y promesas falsas.

El caso del Cpccs es más difícil porque nos imponen elegir un grupo de personas que considero están fuera del orden democrático por haberlos colocado sobre los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial; además, por inconstitucional, pues no se deben elegir mediante elección popular, según consta en el art. 207 de la Constitución: “La selección de las consejeras y los consejeros se realizará de entre los postulantes que propongan las organizaciones sociales y la ciudadanía. El proceso de selección será organizado por el Consejo Nacional Electoral, que conducirá el concurso público de oposición y méritos correspondiente, con postulación, veeduría y derecho a impugnación ciudadana de acuerdo con la ley”. De ahí que exista peligro y temor de que se repita la historia de las injerencias nefastas durante el gobierno anterior, al elegir en forma desordenada e ilegal personas con antifaz.

Arq. Rodolfo López Osorio