Año y medio duraría la construcción de un nuevo puente
La nueva estructura tendría 140 metros de largo y 4 metros más alto que el anterior
15 millones de dólares, aproximadamente, costaría la construcción de un nuevo puente sobre el río Blanco, en la vía Calacalí – La Independencia. Así lo dio a conocer este domingo 19 de marzo el presidente de la República Guillermo Lasso, quien visitó el lugar de la tragedia junto a ministros, funcionarios de Gobierno y representantes del Cuerpo de Ingenieros del Ejército.
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Leer másLasso dispuso al Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas y al Cuerpo de Ingenieros del Ejército que se realicen inmediatamente los estudios para la construcción de esta nueva estructura, la cual estaría lista en no menos de un año y medio. El Primer Mandatario aseguró que los estudios estarían listos en un plazo de 45 días.
“Antes de venir acá tuve una reunión con el Cuerpo de Ingenieros del Ejército. Ellos nos han dicho que se debe construir un puente más largo del que existía, el que había tenía 90 metros. Los ingenieros nos han dicho que el nuevo puente tendrá 140 metros y quedará 4 metros más alto que el anterior. Yo quiero comprometerme con esta solución definitiva”, explicó Lasso, quien se solidarizó con las dos víctimas de esta tragedia, aunque no dio mayores detalles de las circunstancias en las que fallecieron; solo dijo que se habían ahogado.
Sobre la construcción de un puente Bailey que solucione de forma provisional la conectividad vial en esta zona, Lasso dijo que Ecuador no cuenta con una estructura de esas dimensiones (90 metros), por lo que se realizan gestiones con países vecinos para ver si pueden prestar un puente de estas características.
La instalación de un puente Bailey duraría 45 días aproximadamente; sin embargo, todo dependerá de la buena voluntad de los países a los que se les está solicitando la estructura.
El Gobierno declaró este fin de semana emergencia vial en las provincias de Pichincha, Esmeraldas y Santo Domingo, a causa de la caída del puente sobre el río Blanco. Esto, según el ministro de Transporte y Obras Públicas, Darío Herrera, “permitirá recuperar la conectividad vial y acelerar la contratación inmediata”.
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Leer másLas autoridades señalaron que mientras dura la emergencia hay tres rutas alternas, estas son: Quito - Alóag - Santo Domingo - La Concordia - La Independencia, Puerto Quito - La Sexta - Quinindé y Calacalí - Los Bancos - Las Mercedes - Santo Domingo.
SIN PUENTE NO HAY VENTAS
Sin puente no hay turistas, sin turistas no hay ventas y sin ventas no hay dinero para subsistir, peor para pagar las deudas. Ese es el sentir de los comerciantes que tienen sus negocios en la vía Calacalí – La Independencia, en las inmediaciones del sitio donde colapsó el puente sobre el río Blanco.
Ellos empezaron a sentir inmediatamente los efectos negativos de la caída de la estructura, paso obligatorio de los turistas de la Sierra que viajan a las playas de la provincia de Esmeraldas. Los negocios de frutas, ubicados al inicio de la carretera E28, registraron una baja considerable en sus vetas debido a la ausencia de turistas.
Rita Palacios, propietaria de la tienda La Economía, por ejemplo, había vendido apenas $8 desde las 07:00 hasta las 12:00 de este domingo 19 de marzo, cuando en un día normal, en ese mismo lapso, las ventas pueden superar los $35. Por eso, el mismo día del colapso del puente empezó a buscar un nuevo sitio sobre la carretera E20, la cual conecta Santo Domingo de los Tsáchilas con el cantón Quinindé.
“No podemos quedarnos aquí porque no se vende nada. Por eso tenemos que movernos a donde están las ventas, porque nosotros vivimos del día a día, tenemos deudas, el producto se nos daña. Y por lo visto demorará hasta que construya otro puente y se habilite la vía”, reflexionó Palacios, quien es madre soltera y mantiene a sus tres hijos con la venta de frutas tropicales.
Una situación similar es la que vive don Florencio Tapia, quien desde el mismo día de la tragedia trasladó su negocio de venta de frutas a unos 200 metros donde sí pasan vehículos y turistas desde Quito a Esmeraldas. A él incluso se le empezaron a dañar las sandías que tenía previsto vender el fin de semana, por lo que empezó a regalarle su pedazo a quienes pasaban por el sitio. A final de cuentas, mejor regalar que se dañe.
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Leer másTapia sostiene a su familia con la venta de frutas de la zona, oficio al que se dedica hace 21 años. Paga los estudios de sus hijos y paga un préstamo bancario, por lo que dejar de trabajar un día es un problema para este comerciante. “Los bancos no esperan, el hambre no espera. Dicen que la construcción de un nuevo puente duraría un año, eso es demasiado tiempo para nosotros que vivimos de las ventas diarias. Las frutas no son ropa ni zapatos que se pueden guardar y vender después”, expresó el comerciante.
En esa zona hay al menos 15 locales de ventas de frutas, los cuales son el sustento del mismo número de familias.
Luis Calderón es dueño de uno de los cerca de 25 restaurantes y cafeterías que hay en la zona. Asegura que durante el fin de semana tuvo no más de 10 clientes, cuando en un fin de semana normal puede atender hasta a 200 comensales. “¿Quién responde por nuestras pérdidas? Ojalá las autoridades puedan solucionar pronto este problema porque sino quienes vivimos del turismo vamos a quebrar”, expresó Calderón.
"SOLO UNA FOTITO MI SUB"
Los curiosos siguen llegando al lugar de la tragedia para tomarse fotos o hacer videos. Esto pese a que la Policía mantiene acordonado el lugar para evitar que la gente se acerque al precipicio y ponga en riesgo su vida.
“No podía venir acá y no sacar una buena gráfica”, dijo el hombre de 58 años de edad.
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Leer másLos más avezados llegan al extremo incluso de pedirle permiso a los agentes solo por sacarse un selfie. “Solo una fotito mi sub”, le pedía la mañana de este domingo un joven que llegó al lugar desde Santo Domingo. “Nos impresionaron mucho las fotos y videos que veíamos en redes sociales, y queríamos ver todo esto en vivo y en directo”, explicó Ricardo Marín., quien llegó al sitio junto a un grupo de amigos.
Algunos audaces como don Miguel Camacho se dieron forma para hacer fotos de las bases, bajando por un costado del precipicio, poniendo en riesgo su integridad. Pero todo riesgo es válido cuando se trata de sacar una buena foto.
La presencia cada vez mayor de curiosos hizo que la policía amplíe la zona de peligro. Los agentes acordonaron y establecieron un primer filtro a la altura del bypass del cantón La Concordia.