Indulto adelantado de Daniel Noboa, otra oferta bonita con reparos legales
Tres abogados y una experta en seguridad recuerdan que esa facultad se puede usar con sentenciados
Hace más de tres años, cuando al policía Santiago Olmedo se le sentenció a 13 años de cárcel, por supuesta extralimitación en un acto de servicio, se habló de un indulto presidencial. Él intervino en un asalto y abatió a dos delincuentes. Finalmente, hace un año se lo declaró inocente y fue condecorado inclusive por Daniel Noboa.
Entonces no fue necesario indultarlo, ya que la Corte Nacional de Justicia lo declaró inocente. Un mes antes del balotaje, el presidente Noboa coloca sobre la mesa de discusión la figura del indulto.
¿Qué ofreció Noboa?
El pasado viernes, en X, Daniel Noboa anunció: “Todos los policías y militares que hayan actuado y que vayan a desplegarse en Nueva Prosperina, cuentan desde ya con indulto presidencial”. Subrayó: “Defiendan al país, yo los defiendo a ustedes. Y ayer, en entrevista radial, el mandatario se ratificó, al señalar que el indulto se extendería a todo el país.
Los abogados
En redes sociales, abogados como Jorge Luis Ortega se han pronunciado. “Señores policías y militares, ustedes no son jueces y verdugos para determinar quién es merecedor de sus balas, actúen conforme a la Constitución y la ley; respeten los derechos humanos de todos, utilicen el uso legítimo de la fuerza con criterio. No habrá indulto que alcance a la violación de los derechos humanos”.
Consultado por EXPRESO, el abogado constitucionalista Paúl Córdova recordó que el ordenamiento jurídico dice que cuando la vida de un militar, policía o ciudadano está amenazada es su deber hacer uso progresivo de la fuerza.
Pero, “tampoco la posibilidad es ilimitada, ya que puede generar abusos”. Las reglas están claras, dice Córdova. Por lo que le parece que no hace falta el anuncio de indultos. “Desde la Academia hemos alertado porque faltan políticas articuladas y estructuradas de seguridad, que permitan la coordinación entre policías y militares. No se trata de hacer un llamado para que la fuerza pública salga al estilo Hollywoodense a combatir a la delincuencia”.
Capacitación de la fuerza pública
En esa misma línea, Bertha García, especialista en temas de seguridad, comenta que la declaración del presidente Noboa resulta “preocupante”. Ellos “deben estar preparados para usar la fuerza en condiciones de respeto absoluto de los derechos humanos. Ahora vemos fallas fuertes en la capacitación de los militares para asuntos de seguridad interna y es un tema de discusión entre la opinión pública”.
En medio de un clima de violencia, como el que se vive en Ecuador, para García, hay que “pensar en los errores que podría cometer la fuerza pública” y tener cuidado porque desde el Ejecutivo se los podría “incitar a cometer delitos”.
Una jugada comunicacional
Otro abogado constitucionalista, Víctor Rivadeneira, opina que el presidente al hablar de indultos tiene claramente un objetivo comunicacional y que busca quizá mostrar su respaldo a las Fuerzas Armadas, “para tener mano dura con la delincuencia. Pero técnicamente es un error, no lo asesoraron”.
¿Por qué? Rivadeneira remarca que la figura del indulto está en el artículo 74 del Código Orgánico Integral Penal (COIP). Y de forma expresa dice que se otorgará a quienes tengan sentencia ejecutoriada o a privados de la libertad, que muestren buena conducta.
La facultad presidencial tiene límites
Desde la Ley de Gracia, con Registro oficial No. 183 del 30 de septiembre de 1976, el Primer Mandatario podía “perdonar, conmutar o rebajara las penas, por sentencia judicial, una vez que esta se encuentre ejecutoriada”, se señala en el texto de Juan Carlos Montaño, titulado El indulto presidencial, principales elementos jurídicos en la legislación ecuatoriana. Esta facultad del presidente luego pasó al COIP.
Fernando Bastias, de la CDH, recordó a policías y militares que si actúan “en protección de terceros o de ustedes mismos, se llama uso legítimo de la fuerza, así no hay delito”
Antecedente
En Socio Vivienda 2, en Nueva Prosperina, en el norte de Guayaquil, 22 personas fueron asesinadas en un ataque armado, el 7 de marzo.
