Apitatan: “Necesitamos que algo nos estremezca”

Sus obras están plasmadas en varias ciudades del país, algunas de ellas han sido censuradas, pero es algo que no detiene a este artista quiteño que valora su arte como un mecanismo de diálogo que tiene el poder de transformarse en un megáfono social.

1. “Mi pintura busca hacer visibles a las minorías, como a nosotros los latinoamericanos que siempre se nos ha visto como la última rueda del coche, no solo por la gente de afuera sino por nosotros mismos”.

2. “Hemos sido criados con una mentalidad de autodiscriminación y hacer de menos a todo lo que es referente a lo indio, lo cholo, lo mestizo y lo montuvio cuando la diversidad es nuestra mayor riqueza. Mi obra va mucho por ese lado”.

3. “Hay que entender al otro como igual, que otra persona disfrute de tus mismos derechos no debe representar ningún tipo de amenaza o daño”.

4. “No tengo un sentimiento de apego hacia mis murales porque al momento de pintar en un espacio público sabes que puede desaparecer en un año, cinco años o tres días”.

5. “Innumerables ocasiones he pintado en terrenos baldíos y la sociedad me lo agradece por poner un poco de arte en espacios abandonados. Es problemático el asunto de la censura, pensar que como el contenido me afecta, por ende, decido taparlo”.

6. “La pintura callejera es un mecanismo de diálogo en torno a temáticas que afectan y benefician a la sociedad, me he dado cuenta con el tiempo que los murales no son un instrumento de ornamento, sino que tienen el poder de transformarse en un megáfono social”.

7. “No por coger unos pinceles, unos óleos y un lienzo significa que harás arte, para hacerlo, debes tener conocimiento y práctica en el asunto”.

8. “El arte como tal, tiene una historia de ser subversivo, contestatario y topar temas que hincan un poco la susceptibilidad de la gente. Como por ejemplo, de los tiempos del Renacimiento cuando a Miguel Ángel le censuraron la Capilla Sixtina porque tenía muchos desnudos y decidieron taparlos porque sostenían que no eran pudorosos”.

9. “Siempre ha estado el tema de la Iglesia influyendo en la sociedad, hablando de lo correcto y lo incorrecto. No me creo dueño de la verdad, pero me gusta que un mural se convierta en una conversación con la sociedad, es un arte vivo que se transforma día a día con el pasar del tiempo. Es un fenómeno a nivel mundial del que tengo la fortuna de formar parte”.

10. “Guayaquil tiene una visión progresista en términos de arte. Cada vez se abren nuevos espacios y hay artistas gestándose”.

11. “Es importante entender que nada viene de gratis, todo se construye con tiempo, esfuerzo y dedicación. Mientras unos duermen o van a la playa, otros pintan”

12. “Soy un artista que ha sabido moverse en la calle, me adapto a las diferentes circunstancias y pinto en espacios claves. Lo importante es que la gente se relacione y encuentre con la obra, que pueda sentirla, le transmita algo y la interprete”.

13. “Necesitamos que algo nos estremezca porque estamos dormidos. Somos parte de una corriente en la que ni nos damos cuenta de lo que hacemos y perseguimos”.

14. “La publicidad nos llena de estereotipos inalcanzables y nos vende la idea de que necesitamos cosas que realmente no requerimos y nos hace perseguir sueños ajenos en vez de volver a nuestras raíces. Hay que entender de dónde vinimos, asimilarlo en el presente para poder proyectar hacia el futuro”.

15. “Debemos vivir con lo simple y ser felices con lo que tenemos. No hablo de ser mediocre, sino valorar lo que uno posee”.

CONÓCELO

*Juan Sebastián Aguirre, más conocido como Apitatán, es un artista urbano, pintor y muralista de origen quiteño.

*Con ocho años pintando en las calles es uno de los mayores referentes del país con un lenguaje propio y único, plasmado en diversas ciudades de Ecuador.