Aplicacion lo llevo, pero al cielo
Desde la casa de un pariente pidieron un taxi para que lo llevara hasta su residencia, pero jamás llegó.
La familia de Óscar Peralta esperaba noticias de las causas de su fallecimiento. Este domingo 15 de diciembre, los parientes estaban reunidos afuera de la morgue de la Policía, nororiente de Quito, y su angustia iba en aumento.
El cadáver ingresó al anfiteatro la mañana del sábado 14, luego de que se reportara su deceso en el barrio Caminos, en Rancho Bajo, al norte de la capital. Sus seres queridos fueron a reconocerlo después de que les confirmaran que hubo un crimen por la zona en la que él se encontraba.
Este domingo consiguieron un ejemplar de EXTRA, en donde se publicó el caso de un hombre hallado sin vida en la calle, cuya causa de muerte habría sido una puñalada. Los residentes que lo encontraron no lo reconocieron, ni tampoco los agentes, ya que él no portaba su cédula de identidad.
Con el diario en sus manos, los parientes de Peralta tuvieron la completa certeza de que se trataba de su ser querido. Vieron la foto que este medio imprimió y confirmaron que aquel cuerpo inerte llevaba la misma ropa con la que se vistió la víctima, la noche del viernes.
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Su hermana Zoila Peralta se desató en llanto junto a otros allegados. Ella fue una de las últimas personas que lo vio con vida. “Llegó a mi casa, al sector de Pisulí, a la medianoche del viernes. Luego salió con mi sobrino a tomar”, indicó.
Todo transcurría con normalidad, hasta las 04:00 del 14 de diciembre. A esa hora, su pariente le pidió un taxi a través de una aplicación móvil. El automóvil llegó y Peralta le encargó a su sobrino su celular, así como los documentos personales.
Pero la carrera jamás completó su trayecto. El hombre debía llegar al departamento de su hijo, quien habita en la vivienda de su tía Zoila.
Fue entonces que la desesperación empezó a invadir a la familia del residente. Su ñaña recibió la llamada de su sobrino y le preguntó si el tío había llegado. Ante la ausencia, inició la búsqueda hasta ya entrada la noche del sábado. Acudieron hasta la Unidad de Policía Comunitaria (UPC) de Rancho Bajo y los agentes les informaron que hicieron el levantamiento de un cadáver que no estaba identificado, por lo que les recomendaron que fueran a la morgue, donde lo localizaron al fin.
Alexandra Chicaiza, expareja de la víctima, estaba desconcertada. Esto porque el taxista habría cancelado la carrera, a través de la aplicación, pero con Peralta, aparentemente, todavía a bordo de la unidad.
La mujer espera que el implicado en la muerte del papá de sus hijos sea capturado. “Él se dedicaba a colocar vallas publicitarias”, comentó mientras culminaban los papeleos para sacarlo. Está previsto que lo velen en Pisulí y lo entierren en el cementerio de El Condado, en el norte de Quito.