Apretado por la situación económica, el movimiento Alianza PAIS vende y abandona su sede emblemática en Quito

La otrora estratégica y simbólica sede de Alianza PAIS (AP), ubicada en la avenida de los Shyris, en el norte de Quito, está en proceso de demolición y su característico color verdeflex fue reemplazado por el negro de un plástico que cubre parte de la obra y el gris de las paredes que ya fueron destruidas.

La estructura fue vendida hace algunas semanas y, según moradores y trabajadores del sector, les han comentado que ahí se levantará un edificio de oficinas y departamentos, construcciones que se han hecho comunes en la zona. Desde el interior de la obra, los trabajadores prefirieron no hablar sobre el futuro del predio.

El edificio fue puesto a la venta a mediados de julio de 2020 y, según René Espín, director de AP en Pichincha, el desalojo ya se produjo hace dos semanas. “Desconozco qué se hará en el lugar, ya es un asunto de los nuevos dueños”, le dijo a EXPRESO.

¿Por qué abandonaron la sede emblemática? Hay, al menos, dos factores de peso: el primero tiene relación con la crítica situación económica que estaría atravesando el movimiento. Desde la ruptura de PAIS las aportaciones de sus militantes y de otras fuentes han disminuido notablemente.

Es así que, mientras en 2016 obtuvo entre aportes privados y públicos 3,5 millones de dólares; en 2017 alcanzó 2,3 millones de dólares en ingresos; para 2019 (último reporte publicado en su página web) llegó apenas a 145.193 dólares, mientras que los egresos estuvieron cerca del millón de dólares.

“Mantener la sede era costoso y AP tenía un déficit muy alto, dejado por las administraciones anteriores, que había que cubrir”, dijo Espín quien aseguró desconocer en cuánto fue vendida la edificación, pero sí señaló que la venta les permitió adquirir otro sitio acorde a la situación y hasta alcanzó para pagar algunas deudas.

Según la ficha catastral de Municipio de Quito el predio, por el que se pagó un impuesto de 2.858 dólares en 2021, estaba avaluado en 1,3 millones de dólares.

El otro motivo para vender la casa es alejarse de lo que representó AP durante el correísmo, dentro de un proceso de reestructuración que la organización política dice haber emprendido tras las elecciones de febrero pasado, en la que obtuvo resultados adversos.

Varios militantes del correísmo se lamentaron este 7 de abril de 2021 en redes sociales por la pérdida de la edificación y cargaron parte de la responsabilidad al presidente Lenín Moreno, que se desafilió de AP a inicios de marzo. 

Algunos incluso auguraron que esto marcaba el final de Alianza PAIS. Pero Espín señaló que si bien el movimiento pasa por momentos complicados, no está por desaparecer y tienen una nueva sede ubicada en el norte de la capital.