Arrastre de Caudas volvió a llenar la Catedral de Quito
Esta tarde se desarrolló la ceremonia religiosa por motivo de la Semana Santa. Alrededor de 700 personas ingresaron al templo.
El Arrastre de Caudas, también conocido como el “Paso de la Reseña” es un ritual católico de origen romano del siglo XVI, único a nivel mundial y se realiza en la Catedral de Quito cada Miércoles Santo. Por la pandemia del COVID-19 no se realizó en el 2020 ni el 2021. Este Miércoles Santo congregó a más de un centenar de fieles católicos.
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Leer más“Es una celebración llena de esperanza, de vida. Si bien los ritos que se realizan hablan de muerte por este mundo convulsionado lleno de violencia, hay una esperanza para vivir. Por eso mismo la bandera que se flamea es para hacer ver que la muerta ha sido vencida” manifiesta el padre Jose Asimbaya, párroco encargado de la Catedral.
Al interior de la Catedral primada de Quito se congregaron alrededor de 700 personas (capacidad máxima de este templo) para ser testigo del tradicional e histórico Paseo De la Cruz, como también se conoce a esta celebración católica. Sin embargo, existieron quienes no pudieron ingresar, pero pudieron seguir el acto desde el exterior a través de pantallas led que fueron colocadas por el municipio.
A las 16:00 iniciará el tradicional e histórico Arrastre de Caudas en la Catedral Metropolitana de #Quito. Al templo podrán ingresar sólo 700 personas que la capacidad máxima. Reporta: @DanielAcostag pic.twitter.com/S3tliUuEho
— Diario Expreso (@Expresoec) April 13, 2022
“Esta es una ceremonia ancestral de relevancia en la ciudad que ha sido organizado en conjunto con la arquidiócesis y las entidades de control y seguridad del municipio. Alrededor de la Catedral colocamos a 300 personas para seguridad y control”, explicó Cristina Rivadeneira, gerente de Quito Turismo.
A las 16:00 empezó la ceremonia. El arzobispo de Quito, Monseñor Alfredo José Espinoza y ocho canónigos (religiosos más antiguos de la iglesia quiteña) realizaron una procesión por el templo llevando pesadas capas negras de casi dos metros de largo que simbolizaban los pecados del mundo. Atrás de ellos, una bandera negra con una cruz roja como señal de triunfo sobre la muerte. La misma que fue flameada a los canónigos que se postraron en el suelo en representación de la muerte de Jesús. Así también, la bandera fue ondeada a los feligreses que estaban en la nave.
La ceremonia finalizó pasadas las 17:00 con la bendición del Arzobispo, sin ningún incidente reportado.