El arte de convertir la vida en una comedia
Entre risas, Andrés Vera comenta que su primer ídolo en el monólogo cómico fue el Tío Joey de la serie ‘Un hogar casi perfecto’.
Entre risas, Andrés Vera comenta que su primer ídolo en el monólogo cómico fue el Tío Joey de la serie ‘Un hogar casi perfecto’.
Pero pese a amar la comedia, guardó su afición a ella hasta el 2010, cuando decidió pararse frente a un grupo de amigos por primera vez y hacerlos reír hablando de su vida y de las experiencias cotidianas.
“Ya tengo seis años en esto y cada vez es mejor. La primera vez que participé frente a un público desconocido estaba muy nervioso, pero fue increíble. No lo podía creer cuando me pagaron con dinero real y no de monopolio”.
Kevin Fernández y Gino Freire, en cambio, se consideran ‘veteranos’ en este género. Ambos iniciaron como presentadores en los Premios ITV.
Fernández luego pasó a la televisión, donde mejoró sus técnicas, las que -dice- le gustaría asemejar a las de comediantes norteamericanos como Jimmy Fallon. Freire, en cambio, considera que sus ídolos son los miembros del grupo argentino Les Luthiers y en sus shows, a más de diálogos, mezcla elementos musicales.
Daniela Anchundia es la presencia femenina de este grupo. Su comedia revuelve alrededor del género y empezó, añade entre carcajadas, “mejorando” el material de su esposo, Andrés Vera.
“Obviamente yo era el primer filtro de Andrés, pero sentía que le hacían falta cosas, ¡cosas que yo quería decir! Empecé presentándolo y luego me presentaba en el podcast digital ‘Como pana te digo’”.
Hoy por hoy, unieron fuerzas junto a otro comediante guayaquileño, Pedro Ortiz. Cada uno escribe sobre su vida y sobre las ironías de las experiencias cotidianas.
En lo que sí coinciden, no obstante, es que en la ciudad hay cada vez mayor espacio para el ‘stand up’.
“Hay un interés de la gente. No saben exactamente qué vamos a hacer, pero saben que se van a reír. Siempre hay que recordarles que nosotros no contamos chistes, pero sí los haremos reír”, dice Freire.