La Asamblea empieza su último año de funciones con una pobre calificación

Sigue a la baja. La actual Asamblea Nacional inició el pasado 15 de mayo el último periodo legislativo previo a las elecciones generales de febrero de 2021, siendo parte de las instituciones con muy baja calificación. Y las perspectivas para lo que le queda son menos alentadoras; según las diferentes encuestadoras, el balance de la labor legislativa es mala, y la gente no confía en los asambleístas y tampoco en las autoridades que están al frente de este poder del Estado.

El Observatorio Legislativo hace un balance del trabajo de la Asamblea en el periodo 14 de mayo de 2019 al 14 de mayo de 2020, bajo la conducción del oficialista César Litardo, en donde hace público que el trabajo legislativo ha respondido más a las iniciativas del Ejecutivo. Precisa que de la agenda legislativa que propuso Litardo, que reunía 17 leyes, solo se han aprobado cinco.

También el informe denota el trabajo de los asambleístas, en donde cinco de 137 han asistido a casi todas las votaciones; un número similar son los que mayor ausencias registran al momento de votar; y otros cinco son los que más excusas han presentado a las sesiones que se han efectuado en este periodo.

EXPRESO conversó con analistas políticos sobre el balance que hacen del desempeño de la Asamblea. “Creo que esta Asamblea y el Gobierno perdieron credibilidad en la sociedad al año de que se instalaron, donde la falta de gestión ha sido nula, sino recordemos lo que sucedió en octubre, en donde el papel de la Asamblea fue de una absoluta ausencia, y cuando viene la emergencia sanitaria es otro momento en donde esta brilla por su ausencia”, sostuvo la socióloga y catedrática Nathalie Sierra.

Para ella, en lo que queda del año el trabajo de la Legislatura también será nulo, en donde los asambleístas “fijarán” su mirada en lo electoral, y dejarán de lado el trabajo legislativo, mientras que en el ámbito de la fiscalización se verá el “cálculo político”.

En tanto, para el analista político y docente de la Universidad Católica, Salim Zaidán, la Legislatura ha tratado de dirigir, aunque erradamente, su trabajo a la fiscalización, y en cuanto a la formación de las leyes se ha entregado a la voluntad del Ejecutivo, pero el producto es “malo” y habría que hacer correcciones.

Él también es del criterio que este año será completamente nulo en el trabajo legislativo. “De la Asamblea en este año no se espera nada, mucho menos en este periodo electoral, en donde el presidente Litardo no ha tenido liderazgo, sino una dependencia absoluta al Ejecutivo y esto no cambiará, ya que se sujetará a lo que disponga el Gobierno”, sentenció.