Asamblea Nacional: una coordinación que todavía deja dudas
Desconocer el fondo de los acuerdos puede generar roces futuros. Los temas sensibles, sobre todo económicos, pondrán el pacto a prueba
Sin sobresalto alguno, aunque con sinsabores. El bloque de mayoría en la primera sesión de la Asamblea Nacional funcionó el 17 de noviembre de 2023 con total coordinación y, por momentos, contando con el apoyo hasta de quienes no han sido tomados en cuenta dentro de este acuerdo legislativo.
Sin embargo, aún queda en el ambiente la pregunta de si esta alianza podrá perdurar en el mediano plazo, sobre todo por la falta de información y transparencia en los temas de fondo del acuerdo, o si se circunscribe a la elección de autoridades de la Función Legislativa.
Sea cual sea su futuro, el primer paso fue dado y todo salió ‘a pedir de boca’. Como estaba previsto, el socialcristiano Henry Kronfle fue elegido presidente del Parlamento con más votos de los esperados, 128 apoyos, incluyendo Construye, que se ha mostrado reacio a la unión entre el Partido Social Cristiano (PSC), Revolución Ciudadana (RC) y la oficialista Alianza Democrática Nacional (ADN).
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“Lo habíamos dicho, apoyaríamos a Henry Kronfle porque consideramos que es parte de una organización política no autoritaria ni antidemocrática. Nosotros somos oposición de la delincuencia, del crimen organizado y no somos oposición del Gobierno”, justificó Jorge Peñafiel, vocero de Construye.
Aún no sabemos si realmente están de acuerdo en torno a los problemas estructurales del país. Se pondrá a prueba cuando aparezcan los intereses políticos.
Con menos apoyos, la correísta Viviana Veloz se hizo de la primera vicepresidencia de la Asamblea y, si se puede decir, sorpresivamente, el oficialismo propuso el nombre de Eckenner Recalde para la segunda vicepresidencia, el cual obtuvo 130 votos.
Más que sorpresa, una “incoherencia” para la analista política Arianna Tanca, que recordó que Recalde fue uno de los asambleístas cuestionados en el anterior período legislativo por acusaciones de pedir dinero a sus colaboradores y que fue el voto correísta el que le ‘salvó’ de la destitución.
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“Era lo que se esperaba. El pacto se mantuvo, pero habrá que ver si dura más allá de la elección de autoridades, sobre todo, porque no se sabe a profundidad los detalles de esa alianza. Tengo la sensación que fue coyuntural para la elección de autoridades, veremos qué pasa en las próximas semanas”, agregó la especialista.
En la elección de los integrantes del Consejo de Administración Legislativa (CAL) se siguió cumpliendo con el guion impuesto por la mayoría legislativa. Revolución Ciudadana, con Esther Cuesta, se llevó la primera vocalía; Diego Matovelle, de ADN, tendrá el segundo espacio que otorga esta instancia legislativa y el cuarto vocal es el socialcristiano Jorge Acaiturri.
No es un detalle menor que dejen en suspenso la designación de la tercera vocal del CAL. En la práctica, Construye no estará cuando se discuta la conformación de comisiones.
Esa fluidez se rompió cuando se intentó designar a la tercera vocalía, que le corresponde a Construye. La legisladora por Tungurahua, Ana Galarza, propuso a su coidearia Any Gende, que se quedó a dos votos de ser elegida. Si bien, el PSC fue recíproco en esta votación y apoyó la propuesta, los 51 legisladores correístas votaron en contra y algunos de ‘Gente Buena’, exaliados de Construye, se abstuvieron. Esa votación quedó en suspenso.
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Esa acción le dejó un sabor agridulce al asambleísta reelecto Pedro Velasco, porque el no haber apoyado el nombre de Gende, luego de tanto discurso de inclusión y armonía, podría significar que solo se apoyará o impondrá la propuesta de un determinado grupo político que puede impulsar o bloquear otras iniciativas.
“Hubo bastantes discursos de ‘esperanza’, de optimismo, pero ya veremos si en las próximas sesiones estos pronunciamientos de la sesión inaugural se mantienen, se acaban de consolidar o, por lo contrario, empiezan a aparecer las divergencias”, señaló Velasco.
El exlegislador y exconcejal de Quito, Fabricio Villamar, señaló que a la mayoría le salió todo a la “perfección”, tanto que todos los nombres que propusieron tuvieron votaciones altas, no antes vistas en otras elecciones de autoridades de la Asamblea, salvo en el caso de la tercera vocalía del CAL.
Aspiremos a que lo que vio el país en la primera sesión, con los acuerdos que han llegado esas bancadas, sirva para consolidar la gobernabilidad y una agenda legislativa mínima.
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Sin embargo, al igual que a Tanca, le queda la sensación de que el verdadero y único acuerdo alcanzado hasta este momento se relaciona a la repartición de espacios de representación en la Asamblea y que la verdadera prueba de fuego de esa coalición será cuando Noboa empiece a enviar sus proyectos económicos urgentes que quizá contengan cosas que no gusten a una u otra agrupación.
“Entre líneas, el acuerdo funcionó para la designación. Pero el vacío de no saber para qué más servirá la alianza pone una serie de riesgos para el Gobierno entrante. Si en realidad no se comprometieron los votos para, por ejemplo, una reforma tributaria, es algo muy ingenuo”, dijo Villamar.
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