Ayuda de Ecuador a Venezuela: generosa pero con sus límites

La Gobernación del Guayas emitió un comunicado luego de la reunión que mantuvo con organizaciones que asisten a población migrante venezolana, el pasado martes. En ese escrito se anunció que para el mes de septiembre se publicará un “decreto de Cancillería” que “abordará temas claves” para dicha comunidad.

Uno de los temas claves para los extranjeros de ese país es que se inicie un nuevo proceso de regularización para que además de entregar los permisos correspondientes a quienes se encuentran en la irregularidad, se entregue este beneficio a los foráneos que “están en camino”.

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Luis Jiménez, de la organización Manos Venezolanas, señaló que tiene varias solicitudes de ayuda de personas que ya salieron de ese país después de que no se reconoció la victoria de Edmundo González Urrutia y se reprime con más fuerza la protesta social para que se respete la voluntad popular.

Ecuador es un país atractivo por sus dólares para los que huyen de Venezuela, pero desde abril pasado el Consulado de esa nación cerró sus puertas en Quito como muestra del quiebre de las relaciones. Una situación que complicó a los de su territorio porque no pueden obtener pasaportes u otro tipo de documento que los habilite para acceder a la regularización.

Pedido de oenegés

Por tal motivo, las organizaciones de ayuda a migrantes venezolanos en Ecuador solicitaron que se permita usar la cédula de identidad venezolana como un requisito válido; así sea que esté caducada en el caso de que se inicie una nueva regularización en el territorio.

Ellos compartieron con la Gobernación del Guayas con el fin de que se transmita este pedido a la Presidencia de la República y así motivar el comienzo de un nuevo proceso que ya no exija el pasaporte, como se hizo en años anteriores.

¿Es viable el pedido?

Una situación inconstitucional a criterio de la internacionalista Irene Valencia, quien calificó de “locura” en caso de que se admita dicha solicitud. Porque cada país hace diferencia entre propios y extraños en las responsabilidades y derechos y eso incluye en las documentaciones que se expiden.

“No existe acuerdo internacional que permita utilizar la cédula de un país de origen en otra nación porque va en contra de su autonomía y organización”.

Agrega que tampoco sería viable por cuestiones de seguridad, porque en la actualidad, ni el Ministerio de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana ni el Ministerio del Interior, entes encargados de la base de datos de los extranjeros en el país tienen las condiciones, logística, personal y tecnología para conocer el pasado judicial de los foráneos que ya están en condición irregular en Ecuador; mucho menos para anticiparse a los nuevos migrantes que deseen ingresar.

Otro punto que considera importante es que el Registro Civil ecuatoriano ya hace una diferenciación en la cédula ecuatoriana. Establece un asterisco cuando se trata de un extranjero en el país con el fin de garantizar sus derechos y responsabilidades bajo la normativa vigente y los tratados internacionales firmados.

Mientras que el exdiplomático Carlos Estarellas Velásquez se mantiene optimista de que se pueda hacer una excepción por única pero de forma muy controlada y a la vez con estándares muy rigurosos para el uso de la cédula de venezolanos.

“Pueden establecerse requisitos para entrar como en Canadá, que sea bajo ciertos perfiles. Pero es difícil y de mucho trabajo... Ojalá Cancillería lo haga junto con Migración”, enfatiza.

Procesos de regularización desorganizados

Pero recordó que los procesos de regularización que tuvo el Ecuador en años anteriores tuvo una “desorganización enorme” entre ambas carteras de Estado. Una muestra es que ninguno de los dos últimos gobiernos que se encargaron de dicho proceso cumplió con la meta.

Ambos regímenes prometieron identificar y documentar al menos a 500.000 migrantes que para ese entonces se calculaba que habían en Ecuador. Es así que las cifras oficiales detallan que solo se logró ayudar a 57.502 venezolanos en el gobierno de Lenín Moreno y otros 94.514 en el de Guillermo Lasso.

Ambos periodos establecieron que la visa iba a durar solo dos años de vigencia. Las del primer periodo ya caducaron. Las del último caducarán a partir de septiembre.

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