Azuay: Presuntos delitos de estafa y abuso de confianza salpican a sindicato de IESS
Un grupo de asambleístas de esa provincia ofrecieron una rueda de prensa para dar detalles de investigación
Las conclusiones del informe preliminar que enlistaron los asambleístas son graves: el Sindicato del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (Sinduoiess) realizaba cobros a trabajadores por unas capacitaciones para acceder a ascensos. Sin embargo, según los colegiados, los pagos se hacían a cuentas bancarias particulares y mucho menos a la cuenta del sindicato.
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"La gran conclusión es que hay un presunto delito de estafa y abuso de confianza al realizar cursos que la gente no necesitaba hacer para un escalafón", señaló asambleísta Leonardo Berrezueta.
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Leer másEste martes 20 de agosto de 2024, varios asambleístas de Azuay convocaron a una rueda de prensa para presentar documento. Se trata de un informe preliminar que tienen previsto entregar a la Fiscalía. En el documento se describen presuntas irregularidades que se habrían dado al interior del sindicato.
El informe tiene varias conclusiones. Una de esas observaciones está relacionada con cobros que habría hecho el sindicato a trabajadores del Hospital José Carrasco Arteaga, del IESS, por capacitaciones. Estas capacitaciones se las consideraba requisito para acceder a ascensos en el escalafón laboral.
El asambleísta Berrezueta aseguró que el dinero se transferían a cuentas bancarias de personas particulares. También se señaló que no se registraban los ascensos, pero sí aumentaban los sueldos de las personas que habían hecho los pagos.
Observaciones a entidad que dictó capacitación
El asambleísta Adrián Castro también mencionó que los estudios de una universidad de Colombia que impartía los cursos no tienen validez jurídica en el país y que una universidad de Cuenca que también registra un convenio con el sindicato cobró solo el 20% del valor que pagaban los trabajadores por esos talleres.
En la rueda de prensa se trataron detalles de un presunto delito de enriquecimiento ilícito en torno a la compra del edificio del hotel San Antonio, en Cuenca. Según el informe, la Confederación Ecuatoriana de Trabajadoras y Trabajadores y Organizaciones de la Seguridad Social (Cetoss) compró dicho bien. En 2006 fue vendido a Abel Terreros, cónyuge de Rosa Argudo, quien es la secretaria general del Sinduoiess y de la Cetoss. La transacción ascendió a los $ 102 mil.
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Leer másLos asambleístas detallaron que en marzo del 2018, Terreros vendió el edificio a José Cordero, un chofer profesional, de acuerdo con el informe, por $ 600 mil. Y en cuestión de dos meses, Cordero vendió el hotel a la Cetoss, por $ 750 mil.
Castro agregó: otro edificio registra como propietario al esposo de Argudo, cuyo avalúo asciende a $ 1 millón.
"Tanto Argudo como otros sindicalistas no llegaron a ganar más de USD 1.250, con eso es humanamente imposible acumular esa clase de patrimonio", argumentó el asambleísta.
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