El Bachillerato Técnico busca imponerse ante las dificultades

Los colegios técnicos son una de las rutas para que los bachilleres puedan buscar un sustento laboral una vez que cumplan la mayoría de edad o culminen sus estudios. Estadísticas del Ministerio de Educación dan cuenta de que existen en total 34 especialidades para escoger entre las decenas de planteles que funcionan en la República.

Esta cartera de Estado indica que hay un total de 1.671 instituciones distribuidas entre las nueve zonas del país; siendo la Zona 5 (Los Ríos, Santa Elena, Bolívar y Galápagos) la que mayor número registra, con un total de 267 instituciones disponibles en esta región.

Las dos que le siguen son la Zona 1 (Esmeraldas, Carchi, Imbabura y Sucumbíos, con 251 colegios de este tipo) y la Zona 8 (Guayaquil, Samborondón y Durán, con 234).

Entre todas las instituciones técnicas disponibles del país, se calcula que en este periodo lectivo de 2024-2025 existe un total de 83.417 bachilleres. Y del total de especialidades, las que mayor demanda tienen por padres de familia y sus hijos son las siguientes: Informática (con 83.417 bachilleres para este periodo lectivo), Contabilidad (73.406) y Electromecánica Automotriz (24.008). Esto se podría traducir a que el 29,55 % de los alumnos en esta modalidad estudian Informática, el 26 % Contabilidad y el 8,51 % Electromecánica Automotriz.

Y entre las que tienen menor demanda de las 34 especialidades existentes están: Chapistería y Pintura (con 80 estudiantes), Calzado y Marroquinería (67) y Ebanistería-Tallado y Escultura (40). En porcentajes, representan el 0,03 %, 0,02 % y 0,01 % respectivamente.

Asimismo, en número de instituciones con estas especialidades, son las que menor número ocupan, pues solo un colegio cuenta con Chapistería y Pintura; mientras que para Ebanistería-Tallado y Escultura, y Calzado y Marroquinería, solo dos instituciones cuentan con estas especializaciones técnicas.

Este caso se repite con las carreras de mayor demanda para estudiantes, más una. En primer puesto se encuentra Informática con 761, seguida de Contabilidad (727), Producción Agropecuaria (294) y en cuarto puerto Electromecánica Automotriz (con un total de 180 unidades que imparten esta materia).

Oportunidades laborales

Sin embargo, pese a todos estos números, crece la duda: ¿Qué tan relevante es la oferta y demanda de estas carreras? De acuerdo con expertos en el campo de la educación, la oferta es buena e incluso da paso no solo a la generación de dinero, sino también de oportunidades para aquellos que desean formalizar su formación.

Ivo Orellana, ex director provincial de Educación del Guayas, comenta desde su experiencia que la demanda es fuerte, pues el mundo laboral busca jóvenes que estén capacitados para este tipo de labores, que requieran de una capacitación o enseñanzas previas para desenvolverse, como es el caso de la Electromecánica Automotriz.

En su experiencia dirigiendo una unidad educativa técnica, afirma que aproximadamente el 70 % de bachilleres graduados conseguían empleo en su primer año fuera de la institución.

Por su parte, Andrea Montalvo, quien fue secretaria de la Secretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (Senescyt), considera que más allá de conocer cómo se ha manejado la oferta laboral, destaca que el Gobierno necesita destinar más fondos a campañas informativas de estas ofertas académicas en colegios, para así evitar que la demanda no esté tan inclinada hacia carreras específicas como Medicina, donde hay sobre población de profesionales, y pueda trasladarse ello a ramas como la Informática en institutos superiores.

El panorama actual dificulta la busqueda de empleo

Hilario Beltrán, presidente de la Unión Nacional de Educadores (UNE) en Guayas, por su parte explica que si bien hay una mayor demanda laboral para estos jóvenes en comparación a los bachilleres regulares, la búsqueda de empleo en general está resultando complicada, por el panorama actual que vive el país. “La demanda en estos colegios es grande porque los padres de familia y los adolescentes reconocen que las oportunidades laborales son complicadas y estos campos siempre son requeridos en la sociedad, por lo que siempre hay solicitud de ellos”, comenta.

Sin embargo, explica que estos puestos muchas veces son ofrecidos en posiciones temporales o en pasantías.

“A esto se suma que desde mediados de la década pasada, el título de bachiller técnico ya no va en los certificados de bachiller, lo que ha hecho que los graduados de unidades menos reconocidas tengan mayor dificultad de encontrar oportunidades laborales, y aún más bajo la situación de desempleo que afronta el país”, asevera Beltrán.

Hay que considerar también que las instalaciones de estas unidades educativas reciben poco o nada de inversión por parte del Gobierno, critican los expertos.

Orellana argumenta que si bien las enseñanzas se imparten con la mejor disposición posible, las herramientas para su aprendizaje son obsoletas y requieren de nuevo equipamiento de forma urgente.

Hecho que corrobora Roddy Merchán, docente de la unidad técnica Simón Bolívar. “Llevamos más de 40 años sin una repotenciación. Los profesores y padres de familia hemos puesto de nuestro dinero para que los jóvenes tengan maquinaria con la cual aprender. Si no, solo se enseñaría (el marco) teórico y nada practico. Nosotros y demás colegios técnicos hemos quedado completamente olvidados”, asegura.

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