El bacilo oculto de la pandemia
El robo de carros se incrementó hasta en un 50 % más que antes de la alerta por la COVID-19. Expertos analizan reacciones por la pérdida
Cuando Jaime Solórzano recibe una llamada de un cliente que pide trasladarlo al sur de Guayaquil se pone once (alerta). Si le piden viajar al sector de Los Esteros, Fragata, Las Malvinas o la Cartonera toma todas las medidas posibles, no solo para evitar algún contagio por la COVID-19; sino, por lo que él considera también una pandemia en la inseguridad:el robo de carros.
La ola delincuencial de la Zona 8 busca ser frenada con más operativos
Leer más“Las autoridades se han dedicado a otras cosas y se han olvidado del robo de vehículos”, critica, mientras comenta cómo sus mismos clientes le advierten que no recoja a ningún pasajero en los anteriores sectores, señalados por ellos como sitios donde más ocurre el robo de automotores.
De las 18.248 denuncias de robo en general que se registraron en el país, entre enero y abril de este año, 1.985 corresponden al robo de carros. Un incremento del 50,2 %más que las registradas en 2020 (1.322) durante el mismo periodo, según estadísticas publicadas por la Fiscalía General del Estado (FGE).
Es el delito que más se incrementó, por encima del robo a personas que, normalmente lidera la tabla de los delitos de impacto social. Este, de 7.173 hechos denunciados en 2020, aumentó un 5,7 % en 2021 (más de 411 casos).
De acuerdo con el análisis de las denuncias, más del 57 % del robo de carros ocurrió en la oscuridad. El mayor porcentaje (31,3 %) se concentró en horas de la noche, lo que corresponde a 622 casos;108 de ellos fueron sustraídos en la noche de los viernes, que es el día en que más se dispara el delito (se registraron 339 casos a nivel nacional), según las estadísticas de la FGE (ver gráfico).
La inseguridad demanda más herramientas en Guayaquil
Leer másMás allá de la pérdida material que representa el robo de un carro (considerado así a: camiones, automóviles, cabezales, tanqueros, tráileres, buses, camionetas, retroexcavadoras, tractores, equipos camineros, excepto motocicletas, cuadrones y vehículos no terrestres), el robo significa o se asemeja para muchos como una pérdida de vida. “Eso es terrible. He visto a compañeros que prácticamente desaparecen porque es el medio para subsistir de ellos y su familia, porque a más de la pérdida del carro, muchos se quedan con la deuda con el banco y ellos no están viendo nada”, señala Jorge.
Como preámbulo, la psicóloga Mónica Llanos menciona que una de las cosas que se están dando por efecto de la pandemia es el incremento de los casos de corrupción, delincuencia. “Cuando no hay ningún tipo de freno o supervisión por parte de las autoridades se empieza a generar como una ola de actos consecutivos frente a las facilidades que existe de poder sustraerse, en este caso, vehículos; sobre todo, la falta de seguimiento con estas bandas robacarros”, opina la profesional.
Guayaquil: El caos y el hampa marcan 37 cuadras de la 4 de Noviembre
Leer másEXPRESO solicitó información al Comando de la Zona 8 de la Policía Nacional con respecto al tema. Se indicó que la próxima semana la autoridad principal entregaría detalles al respecto.
Pero, en general, explica Llanos, las personas no estamos preparadas para vivir en constante zozobra, o de alerta, para tratar de evitar algún tipo de agresión o daño a uno como persona o a nuestra propiedad privada. “Si somos víctimas de un asalto, va a depender mucho de si el robo de nuestro vehículo fue estando dentro de él, cerca o simplemente se lo llevaron cuando no estuvimos”.
Experiencias que hay que diferenciarlas porque el impacto no es el mismo. El primer caso, explica la profesional, es el de mayor riesgo para la persona porque, “por mucho que nos viven diciendo que si te enfrentas a un ladrón deja que se lleve todo; sin embargo, las personas experimentamos emociones y reacciones y, a veces, las emociones nublan nuestro entendimiento (...) no sabemos cómo va a reaccionar la persona hasta que se enfrenta a esa situación”.
El psicólogo Segundo Romero, quien por años trabajó para el sistema forense de la Policía Judicial del Guayas, asemeja la pérdida de una cosa material (en este caso un carro) como el duelo por la pérdida de un ser querido.
Ecuador registra 832 asesinatos en lo que va de 2021
Leer másCoincide con Llanos en ese incremento que se ha experimentado en todo tipo de delitos. “Todo mundo dice por la pandemia, puede ser por los factores, pero más es la inestabilidad política con la que se está viviendo, por los modelos políticos que tenemos, todo es corrupción por todos lados (...) todo mundo cree que robar es la panacea para salir de los problemas, hay pus por todos lados”.
La urgencia de corregir errores en las políticas de seguridad
Leer másExplica que, cuando a una persona le roban algo reacciona dependiendo de la intensidad en el momento de la pérdida, ya sea en un asalto o un estruche (robo sin violencia). Por experiencia propia describe lo que se padece en lo segundo:“Se siente una desesperación (...). Es como si se te fuera la memoria, a mí se me nubló la mente, me decía: ‘dónde dejé el carro’, te da una incertidumbre terrible (...) es como un duelo;porque no solo se sufre cuando se pierde a un ser querido, sino, en este caso, un bien querido, porque el vehículo lo tenemos como parte de nuestras necesidades, muchas personas para sustento de su familia”.
Fue hace 15 años, aproximadamente, que a Romero le robaron su carro mientras estaba parqueado dentro de la universidad donde estudiaba, pero recuerda lo que experimentó, como si fuera ayer. “Te queda un estrés postraumático porque estás pensando que era el vehículo de tu vida, para tu trabajo, tantas cosas, entras en una especie de duelo”, reitera.
Santa Elena: Otro robo más en La Libertad
Leer másPero resalta que lo más traumático fue, que aún siendo en ese entonces parte de la Policía, no tuvo la ayuda que realmente necesitaba. “Llamas a la policía, no te ayuda en nada, llega un patrullero y lo que hace es tomar datos, te llevan a la Fiscalía donde sigue el ¿cómo, cuándo, dónde y por qué?, y sientes una impotencia. Te delegan a un agente investigador y ahí muere la cosa. No hay una ayuda de la parte policial, judicial para saber siquiera qué pasó con tu vehículo (...) y; finalmente, te dicen esperemos los resultados”, algo que quedó en nada. Para rematar, el fiscal que llevaba su caso lo llamó para preguntarle si ya había encontrado el carro, sino para desestimar la denuncia. Una experiencia que hoy, quizás la cuenta entre risas, pero que esa misma impotencia que sintió por muchos años, siendo miembro de la Policía, la va a sentir el ciudadano común.
Dentro del Plan de Gobierno, el presidente Guillermo Lasso reconoce que la situación en la que se encuentra el país, en el ámbito de seguridad, deja mucho que decir acerca del cumplimiento de esta responsabilidad por parte del Estado. “El tema de la seguridad es quizás uno de los más complejos y amplios que debemos enfrentar, pues incluye diversos aspectos como el crimen organizado (con todos sus orígenes y ramificaciones), delincuencia común, administración de justicia y el sistema de rehabilitación social. Cada uno de ellos mantiene un gran nivel de complejidad con sus particularidades e implicaciones”, remarcó el mandatario. De allí que considera importante definir políticas de seguridad en esos ámbitos y adoptarlas como políticas de Estado. Algo que espera la ciudadanía no quede solo en el papel o el discurso, sino que se plasme en acciones tendientes a brindar seguridad ciudadana en todos los aspectos.
Pescadores del golfo de Guayaquil transan con los piratas
Leer más