Las bandas se nutren de la pobreza de Esmeraldas
Las autoridades locales dicen que para acabar con la violencia se necesita un plan integral. Los negocios cierran, pues hay zozobra por la ola delincuencial
Para sacar a Esmeraldas de la violencia se necesita un trabajo integral, dice de forma acertada la alcaldesa Lucía Sosa. Sin embargo, cuando este Diario le pregunta cuál ha sido su aporte para mejorar la seguridad de su ciudad se limita a repetir que ha comprado cámaras de videovigilancia.
Hay otros gobiernos autónomos que han hecho acuerdos con el Ministerio de Interior, para entregar espacios y construir unidades de Policía Comunitaria, o dar mantenimiento a las que ya existen. Pero en Esmeraldas eso no está en planes. La alcaldesa dice que el dinero no alcanza y que la prioridad es rehabilitar los edificios para el personal municipal y dar agua a los barrios.
El miedo se instaló en las calles de Esmeraldas
Leer más“Estamos rescatando un proyecto de 130 millones del 2014, del correato que destruyó a Ecuador. Ese proyecto, que no está concluido, lo hemos retomado para llegar con agua a 44 barrios”, argumenta.
Sosa dice que el problema más grave de Esmeraldas es la pobreza. “Hace que estas bandas lleguen a jóvenes que no tienen un empleo ni planes de estudiar una carrera. Por eso pedimos al Gobierno un plan de inversión social”.
Para Sosa, la culpa de esto es del Gobierno central y no de las autoridades locales como ella, que desde 2004 ha ocupado altos cargos. “Todos los gobiernos, incluido este, han abandonado a Esmeraldas”.
Con el incremento de la violencia, la pobreza puede aumentar con el cierre de los locales comerciales y el miedo. La noche del jueves, la provincia registró 419 muertes violentas desde el 1 de enero de 2022 hasta esa fecha.
La última víctima fue identificada como Francisco Ballesteros, de 40 años, quien fue acribillado por desconocidos.
Ante esto, la gobernadora de Esmeraldas, Tania Obando, convocó para este sábado al Comité Provincial de Seguridad para ajustar los planes en ese tema de todos los cantones de la provincia. La representante del Ejecutivo en la provincia aseguró que ha solicitado la incorporación de 300 policías para cubrir más puntos peligrosos. “Los problemas de Esmeraldas los voy a ver con la complejidad del caso”, sostiene.
En las calles, la gente dice que pese al miedo debe trabajar. El viernes 21 de octubre de 2022 se pudo observar más movimiento en el área comercial. En la calle Bolívar hubo comercios abiertos y más personas caminando, después de dos días de angustia y zozobra por supuestas amenazas de guerra entre bandas.
Estela Haro abrió temprano su local de venta de joyas en el centro de Esmeraldas, pero para eso tuvo que contratar seguridad privada. “Dicen que todo está tranquilo, pero igual estamos con miedo porque sigue habiendo muertes y balaceras”.
Alexander Levoyer, comandante de la Fuerza de Tarea Conjunta Esmeraldas, dio a conocer que la actividad comercial y el turismo se han normalizado en Esmeraldas.
Sin embargo, Jorge Benítez, presidente de la Cámara Provincial de Turismo, afirma que en los hoteles no hay turistas de paseo en este momento, sino personas que están en la ciudad por temas de trabajo. “En un día normal, los hoteles tienen entre 15 y 20 habitaciones con huéspedes, pero ahorita no hay ni cuatro ocupadas. La violencia nos golpea”.
- La dura realidad. Según el INEC (2021), Esmeraldas tiene una tasa de pobreza por ingresos del 52,9 %. La cifra nacional es de 28,8 %. El 25,3 % de los esmeraldeños viven en pobreza extrema. A nivel nacional la tasa es del 10,3 %.
- Sin trabajo. La tasa de desempleo en Esmeraldas es del 10 %. A nivel nacional, ese valor es de 5,2 %. El empleo adecuado en Esmeraldas es de apenas 21,7 %, cuando a nivel nacional esa cifra alcanza el 32,5 %. Además, el sector informal en esa provincia llega al 59,6 %, mientras que a nivel nacional es del 49,5%.
- El riesgo. Los barrios pobres son ahora mismo los lugares ideales para reclutar a los militantes de las bandas.
Lo que queremos es un comité de paz. Demando del Gobierno que equipe a la Policía Nacional