Barcelona, entre chequeos y fobias
El cuerpo médico de Barcelona evaluó a los nacionales, previo al viaje a Uruguay. Michael Arroyo no fue citado a las revisiones.
“Le he tenido miedo a las inyecciones desde siempre, peor cuando me entran los nervios”. El ímpetu con el que Máximo Banguera, arquero de Barcelona, disputa cada balón en el perímetro de su área, se convierte en nerviosismo cuando lo sientan a realizarle un examen médico que involucre agujas o sondas.
La particular reacción del golero canario se prestó para la risa de los presentes, sin importar que por delante estuviera el lente de EXPRESO para capturar el momento.
“Me pasó algo similar previo al Mundial de Brasil 2014. Me quisieron realizar el examen de cateterismo en la pierna (consiste en introducir una sonda delgada y flexible que llega hasta zonas cercanas al corazón), pero no me dejé. Me dijeron que sin eso no podía viajar y aún así me fui a casa. Luego de tres horas me llamaron, pero evité el examen”, contó Banguera, mientras culminaba sus chequeos en el departamento médico del Estadio Monumental.
Al igual que el guardameta, casi todos los jugadores nacionales acudieron a sus revisiones, unos más puntuales que otros, pero bajo los mismos parámetros, con el objetivo de “tener un grupo de jugadores completamente aceptables para trabajar”, tal como detalló el nuevo galeno del Ídolo, Andrés Arce.
“En Ecuador fue la segunda sesión de chequeos médicos diría yo, porque el jueves ya hicimos algunas revisiones con otros jugadores. Entre lunes y miércoles de la próxima semana se las haremos a los extranjeros y al resto que falta, en Uruguay, para completar las fichas”, manifestó Arce, quien además indicó que el volante Michael Arroyo no forma parte de la lista de deportistas a evaluar que él posee. “Solo cumplo con lo que tengo”, agregó.
Teniendo como antecedente el caso de Gambetita, su suspensión y la del exjefe del cuerpo médico Gustavo Peralta, el actual doctor canario se refirió sobre las acciones a tomar en este nuevo año y aseguró que el tema pasa por una cuestión de “costumbre, mas no de prevención”.
“El jugador debe estar habituado a los exámenes de dopaje, no por miedo, sino porque deberíamos mantener una regularidad de chequeos donde se demuestre que alguna sustancia que consumimos, no intencionalmente, pudo hacernos daño”, comentó Arce, quien además está consciente de que durante la cadena de distribución de alimentos, alguno pudo haberse contaminado. “Incluso, tener una medicina más de 15 horas en el carro, puede causar daño”, añadió.
Robert Herrera, defensor uruguayo; y Sebastián Pérez, mediocampista colombiano, son dos de los refuerzos extranjeros que completarán su ficha médica la próxima semana en territorio charrúa y que, además, llegan al club con escasa actividad deportiva en los últimos meses.
Para Arce, es necesario evaluar el rendimiento de cada uno de ellos, aunque considera que “un deportista no deja de estar en movimiento, siempre mantiene un hábito o costumbre”. “Encontramos que el jugador es un ser superdotado y por mucho que pensemos que no ha tenido ritmo, ha estado trabajando y demás, eso se verifica en los chequeos”, insistió, sin evitar mencionar que, en caso de ser necesario, se realice un trabajo especial con cada uno de ellos para que recuperen su estado físico.
De esa manera, parte de la delegación canaria viajará entre hoy o mañana hacia Uruguay, donde permanecerán hasta el jueves 24. Allí, afrontarán tres compromisos amistosos, teniendo como rivales a los clubes charrúas Liverpool, River Plate; y finalmente a la Universidad César Vallejo de Perú.
A su regreso, se alistarán de inmediato para la Noche Amarilla programada para el sábado 26, ante Alianza Lima.
El detalle:
Byron Castillo. El lateral de Barcelona a quien se le confirmó haber nacido en Colombia y no en Ecuador, según un miembro de la FEF, se presentó a sus chequeos correspondientes con total normalidad. Están a la espera de que se resuelva el 8 de enero.