Las barras tuvieron su propio careo antes del debate a la Prefectura de Pichincha
Los aspirantes a la Prefectura de Pichincha protagonizaron el primer y único careo. Aquí algunos detalles de antes y durante el evento
Los que iban por el show entraron caminando. O más bien, dejaron sus vehículos a una cuadra del canal público y acompañados de sus adeptos, los fieles y los alquilados, se echaron un baño de masas. Ahí estaba la correísta Paola Pabón frente a la puerta de Gama TV, rodeada de sus simpatizantes y funcionarios de la Prefectura de Pichincha. Junto con Pabel Muñoz, candidato a la Alcaldía de Quito, y Carlos Rabascall, excandidato a la Vicepresidencia, saltaban frente a los medios de comunicación y sus propios medios como si hubieran ganado las elecciones.
Debate | Así fue el cara a cara de aspirantes a la Prefectura de Pichincha
Leer másGuillermo Churuchumbi, candidato de Pachakutik, también optó por la estrategia de llegar rodeado de sus adeptos. Los que hasta ayer eran correístas, ahora convertidos en ‘churuchumbistas’, olvidaron por un instante que son dos caras de la misma moneda. Empujones, halones e insultos. Así se enfrentaron las barras de Pabón y de Churuchumbi, quienes, según encuestas, están primeros en la intención de voto. Los de Pabón no dejaban pasar al candidato indígena.
Los roces no pasaron a mayores y ni duraron mucho tiempo. Mientras los candidatos presentaban sus planes de trabajo, afuera del canal llovía y caía una tenue neblina. Sería por el frío o porque al fin y al cabo representan el ‘progresismo’, el socialismo del siglo XXI rebautizado, los de Pachakutik y la Revolución Ciudadana prefirieron acercarse, bailar y cubrirse del frío juntos. Mientras los candidatos presentaban sus propuestas, afuera la gente prefería ondear banderas y repetir al infinito singles, canciones y eslóganes de campaña a todo volumen. A muy pocos les interesaba escuchar lo que decían los aspirantes al gobierno de Pichincha.
Adentro del set, los candidatos que llegaron sin barra y entraron en vehículos aprovechaban para cambiarse de ropa y leer sus apuntes. Jacinto Espinoza, del movimiento Amigo; Andrea Hidalgo, de Centro Democrático; y Roberto Altamirano, de la ID, lucían tranquilos y se mostraban amables unos con otros. Llevaron sus apuntes a sus mesas y de vez en cuando daban vistazos para recordar lo que proponen. Eduardo del Pozo, de CREO, trató con especial cuidado su declaración juramentada con la que se compromete a quitar el impuesto al rodaje que colocó Pabón a los pichinchanos.
Ya en la segunda parte del debate, la gente afuera prefirió levantar las pancartas, los parlantes y las banderas.
Andrés Castillo, del Partido Social Cristiano, que había llegado al canal con dos horas de antelación y vestido con ropa deportiva, aprovechó el tiempo para cambiarse de atuendo. No tardó mucho en convertir su estilo en un traje con corbata y chaleco. Repasaba sus apuntes y pulía su estrategia, que consistía en dar un poco de información en cámara y lanzar el resto de datos a través de sus redes sociales.
Este segundo bloque del debate estaba conformado por Elsa Guerra (Partido Socialista), Gonzalo Pérez (Todos), Daniela Zambrano (Sociedad Patriótica), Cecilia Jaramillo (Unión Popular) y Koya Shugulí (Avanza). Sin barras, pero acompañados por sus asesores, no paraban de revisar las redes sociales.
En las aceras y en la calle quedaron los restos de globos, pancartas rotas, banderas rotas y papeles picados de todas las tendencias, en un arcoíris de colores naranjas, rosados, celestes, blancos. Aunque sus candidatos hablaban de cuidar el ambiente y ecologismo, sus seguidores no sentían ni una pizca de vergüenza cuando dejaban los restos de su propaganda en media vía.
Otro rol importante lo tuvieron los equipos de publicidad de cada candidato, que no se apartaban ni un momento de su político. Algunos, haciéndose pasar como periodistas, aprovecharon las cortas ruedas de prensa para hacerles preguntas a su favor, para que sus empleadores brillen ante las cámaras.
Los candidatos a la Prefectura del Guayas se sometieron al primer y único debate previo a las elecciones
Leer másOtros transmitían en vivo en sus redes sociales, hacían tiktok con la gente mientras ondeaban globitos o repetían el número de la lista. Al final, los pocos adeptos que quedaron, de todos los colores, se reunieron cuadras más arriba para repartirse pan, café o para acordar el siguiente mitin político.
Las preguntas y las interpelaciones dieron paso a que los dardos se enfilen a la actual administración y aprovecharon para cuestionarla. Las interpelaciones también dieron pie a cruces entre otros candidatos con el único objetivo de sobresalir en medio del grupo de postulantes. Sin mayores polémicas terminó el debate.