En un barrio de Quito hacen mingas para recuperar una cancha
Se unieron para limpiar el Mirador-La Chorrera, al occidente de la ciudad. Lo hacen cuatro veces al año
Junto a la cancha del sector El Mirador-La Chorrera, en el occidente de Quito, hay un letrero que anuncia la rehabilitación del área deportiva y recreativa por parte del Municipio de Quito.
Pero, según los moradores de la zona y de lo que se puede observar, no se ha cumplido porque el trabajo quedó a medias: sin puertas en los accesos, sin luminarias, sin una buena cancha, entre otros detalles que los residentes, por medio de mingas, buscan remediar.
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Leer másPara contribuir en las mejoras apoyan hombres y mujeres, quienes llegan dispuestos a tomar en mano picos y palas para remover tierra y maleza. Además, para la construcción de las puertas, los lugareños emplean una máquina de soldar para unir los materiales con los que cuentan para consolidar el cerramiento de su complejo deportivo.
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Los tubos y las mallas que usan no son nuevos, son los que guardaron luego de que el personal municipal, cuando llegó para empezar la rehabilitación del sitio, les tumbó.
Los habitantes conservaron estos metales porque la mayor parte del cerramiento fue levantado como nuevo por los encargados de la obra, aunque no se concluyó, según detalla el morador Paúl Lunapanta. Édison Rondal, habitante y dirigente de la liga barrial, dice que “todos estamos comprometidos en aunar esfuerzos para que el campo deportivo siga adelante, más que todo porque niños, jóvenes, adultos y adultos mayores también vienen y se recrean aquí en este espacio”.
El morador comenta que en el sitio cuentan con una veintena de equipos sénior, ocho equipos de la categoría máster, ocho infantiles y la misma cantidad de clubes femeninos. “No solamente a través de ellos hacemos las mingas, sino que también gracias a personas de buena voluntad que vienen y nos colaboran”, añade.
Rondal menciona que, como liga barrial, han logrado convertirse en un ente jurídico. Por eso espera que ahora sean tomados en cuenta por las autoridades para que se realicen obras en bienestar de quienes disfrutan de las actividades deportivas que se desarrollan en el lugar.
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Leer másPor la alta concurrencia en los fines de semana, los residentes hacen un requerimiento para evitar que ocurra un accidente: que se coloquen o les autoricen la construcción de muros rompevelocidades en la calle que pasa junto al área deportiva.
Lo que los vecinos quieren es evitar algún percance, que no solo les perjudique a ellos, “sino también a las personas que circulan en vehículos”, dice Paúl Lunapanta. Para iluminar el campo de juego, los moradores han puesto también de su parte. Han colocado postes y reflectores para que el sitio no quede a oscuras.
Finalmente, enfatizan que esperan recibir ayuda para que pronto se vea realizado el anhelo de la barriada de tener un complejo deportivo en perfectas condiciones.