Un bloque aliado en desgrane recibe la Ley de Inversiones del Ejecutivo
Izquierda Democrática y Pachakutik sufren el alejamiento de sus legisladores. En la Asamblea seguirán funcionando las mayorías móviles
Mientras las bancadas de Izquierda Democrática (ID) y Pachakutik se desgranan, cada una por su lado, el Gobierno se apresta a medir si aún cuenta con algún nivel de respaldo en la Asamblea Nacional o si lo perdió por completo y tendrá más dificultades para impulsar sus propuestas.
Todo apunta a que camina hacia lo segundo. El problema radica en que una eventual pérdida de asambleístas, por separado, terminará afectado en conjunto al bloque denominado Minka por la Justicia Social y la Libertad que formaron ambas organizaciones políticas, desde abril de 2021, y que implícitamente se alineó con algunas tesis del Ejecutivo.
Ayer el turno de mostrar las fisuras fue de la ID. De los 15 integrantes que tiene la bancada, siete se presentaron para decir que apoyaban el informe de mayoría elaborado por la Comisión de Justicia sobre Ley para la Interrupción Voluntaria del Embarazo en caso de violación, pero con condiciones.
Ni el coordinador de la bancada Marlon Cadena, ni el director nacional del partido, Guillermo Herrera, dieron el número exacto de asambleístas adheridos a esta posición, pero sí dijeron que por ahora se trata de una mayoría y no es una postura unánime.
Si Izquierda Democrática no cumple con sus mandantes, lamentablemente se quedará sin bancada en la Asamblea. Cada legislador tomará la decisión en su momento.
Entre los autoexcluidos está Alejandro Jaramillo, presidente de esa Mesa Legislativa y hasta hace poco coordinador de la bancada. Dice que al interior del partido hay contradicciones específicamente sobre el tratamiento de esta normativa y el debate ha escalado hacia los adjetivos calificativos, lo que ha ahondado el malestar entre algunos militantes.
“No he pensado de manera profunda en dejar Izquierda Democrática, tampoco lo descarto si continuamos con estas contradicciones lamentables por parte de los líderes como Xavier Hervas o del presidente Herrera”, manifestó.
Al ser consultado si hay más legisladores que están en su línea, Jaramillo se limitó a decir que se solidariza con las asambleístas Johanna Moreira y Verónica Carrillo que han sido supuestamente insultadas al interior del bloque.
En Pachakutik el panorama está más claro. El bloque parlamentario “rebelde”, de nueve integrantes, está alejando totalmente de la facción a la que acusan de apoyar el gobierno del presidente Guillermo Lasso. Aunque ambos bandos dicen estar abiertos a dialogar en aras de la reunificación, no lo han hecho y por las acciones por separado parece que no lo harán.
“Miremos las votaciones y encontrarán quiénes han votado por las propuestas que benefician a los ecuatorianos y quiénes lo hacen a favor de los bancos, las empresas transnacionales. Hay compañeros (de Pachakutik) que andan un poquito despistados, pero los que quieran unirse y votar por las propuestas de los sectores populares como la Conaie, las puertas están abiertas”, señaló el asambleísta Mario Ruiz.
Queremos demostrar al país que hay asambleístas en los que pueden confiar. Que no están aquí solo por obtener un puesto, una tenencia política y agacharse ante el Gobierno.
En medio de la crisis que viven los aliados, el presidente Guillermo Lasso se apresta a enviar mañana a la Asamblea el proyecto de Ley de Inversiones que llegará con carácter de económico urgente, es decir, con un plazo de 30 días para ser aprobado o archivado, para que no pase lo que con la reforma tributaria.
El oficialismo es consciente de la situación, pero quiere proyectar calma. El asambleísta Juan Fernando Flores recordó que desde el inicio nadie ha tenido mayoría en la Asamblea y eso ha obligado a acercarse a cada bancada, por lo que las mayorías móviles seguirán siendo la tónica en el Legislativo.
