Industrialización. Una parte de los productos se exportará a Ecuador.

Bolivia “garantiza la coca de por vida”

Evo Morales cumplió uno de los objetivos políticos: aumentar el límite legal de cultivo.

Una polémica norma que amplía la superficie de cultivo legal de coca en Bolivia fue promulgada por el presidente Evo Morales, quien busca reelegirse por un cuarto mandato, alentando temores de que una sobreproducción alimente al narcotráfico.

El gobernante boliviano, líder vigente de seis sindicatos de cocaleros del Chapare (centro), desestimó esas críticas y anunció ayer en un acto público que con la promulgación de la nueva ley “queremos garantizar coca de por vida”. Se trata de un cultivo ancestral y místico de la población andina.

“Es el momento de enterrar la ley 1008 (vigente desde 1988 e impulsada por EE. UU.), que buscaba cero de coca en Bolivia”, dijo Morales en su primera aparición pública tras volver de Cuba, donde fue sometido a una evaluación médica.

La nueva norma fue aprobada por el Congreso de mayoría oficialista el 24 de febrero, tras duras exigencias de los aliados cocaleros del presidente. Reconoce un total de 22.000 hectáreas de coca, contra las 12.000 que regían desde 1988.

Morales llegó al poder en 2006 con un discurso indigenista, nacionalista y antiestadounidense y revalidó el cargo en dos gestiones consecutivas (2010-1015 y 2015-2020), aspirando ahora a una reforma legal que lo habilite para un cuarto mandato, pues la actual Constitución lo prohíbe.

Entre coca legal y excedente, Bolivia tiene actualmente 20.200 hectáreas de coca, y la nueva frontera legal de cultivos casi coincide con los cultivos existentes. Un estudio del gobierno de 2013, financiado por la Unión Europea, señala que la demanda legal de la coca, para infusión, mascado y rituales religiosos, se satisface con el cultivo de 14.700 hectáreas.

Bolivia es el tercer mayor productor mundial de coca después de Colombia y Perú, países que, a contramano, luchan por disminuir sus cultivos.

Para la oposición, la nueva norma tendría serios efectos colaterales. El expresidente Jorge Quiroga está convencido de que esta ley “va a traer vergüenza internacional y hará un daño enorme a nuestra imagen, a nuestros ciudadanos, por el estigma y el narcotráfico que va a generar y la criminalidad que va a crear en Bolivia”.

Según él, “los informes de instituciones como la Unión Europea o de la ONU indican que el 90 % de la coca del Chapare va al narcotráfico”.

De acuerdo con los planes oficiales, unas 7.000 hectáreas serán industrializadas en té, medicamentos y licores, para la exportación a Ecuador y Venezuela, en volúmenes que no precisó, además de que está en curso una gestión con Paraguay. La exportación de la planta como tal está prohibida por la Convención de Viena de 1960.

La ley será presentada por el gobierno la siguiente semana ante el 61º período de sesiones de la Comisión de Estupefacientes de Naciones Unidas, en Viena, según anuncio oficial.