Que es el brexit Razones y consecuencias
El lector seguramente habrá esperado que me refiriese a la crisis de Venezuela. Sobre ese problema, sostengo que mientras los militares mantengan la dictadura de Maduro a fin de no perder los grandes beneficios que han obtenido, no pasará nada. Por eso me he atrevido a tocar un tema de interés mundial que puede tener graves consecuencias económicas. Brexit es una abreviatura de las palabras inglesas ‘Britain’ (Gran Bretaña) y ‘exit’ (salida), y es el término empleado para describir la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE). El Reino Unido se sumó al bloque el 1 de enero de 1973, pero en 2016 los británicos decidieron poner fin a una relación de más de cuarenta años.
La celebración de un referendo para decidir si el Reino Unido debía continuar o no en la UE fue una de las promesas de campaña con las que el entonces primer ministro David Cameron logró convencer a los británicos de que la pertenencia a la Unión Europea implicaba la aceptación de las llamadas “cuatro libertades fundamentales”: la libre circulación de trabajadores, mercancías, servicios y capitales, y que a ellos no les convenía. Pero el principal argumento fue que con el brexit los británicos iban a “recuperar el control” sobre sus propios asuntos, en particular sobre sus fronteras, lo que permitiría un mejor control de la migración. En la votación, el 23 de junio de 2016, el 48,1 % de los británicos votó a favor de quedarse en el bloque, pero el 51,8 % se pronunció a favor de abandonarlo.
La decisión de salir de la Unión Europea causó un verdadero terremoto político en el Reino Unido, forzando la renuncia de David Cameron. El actual Gobierno británico de la nueva primera ministra Theresa May pasó buena parte de ese tiempo negociando el acuerdo de separación, que el Parlamento británico rechazó con una contundente mayoría de 432 votos en contra y 202 a favor. En principio, el Reino Unido abandonará la Unión Europea el 29 de marzo de 2019.
Se inicia el divorcio. Un primer ‘acuerdo de divorcio’ fue anunciado el 25 de noviembre de 2018, y la intención original de May era someterlo a votación en el Parlamento el 11 de diciembre. Pero se hizo evidente que no contaba con la mayoría necesaria para su aprobación y prometió regresar con uno mejor.
Sin embargo, no ha despejado las dudas sobre el futuro de su acuerdo, el cual, entre otras cosas, establece un período de transición hasta el 2020 que busca dar a las partes tiempo para ajustarse y negociar los términos de su nueva relación. Además, el acuerdo determina el dinero que debe pagar el RU a la Unión Europea por los compromisos adquiridos como miembro del bloque: cerca de 39.000 millones de libras (casi 50.000 millones de dólares).
También las partes se comprometen a mantener los derechos para los ciudadanos británicos que actualmente viven y trabajan en otros países de la UE, y para los ciudadanos europeos que viven y trabajan en Reino Unido. A última hora, el Parlamento le ha dado una nueva oportunidad a la señora May para seguir negociando un brexit más suave.
Las razones. La polémica se centra en una ‘salvaguarda’ para evitar la instalación de una frontera física entre la República de Irlanda e Irlanda del Norte. La ausencia de barreras físicas entre Irlanda e Irlanda del Norte (una de las cuatro naciones que conforman Reino Unido) es una de las bases del acuerdo de paz que puso fin a años de violencia independentista.
Pero si el Reino Unido deja de pertenecer a la unión aduanera de la Unión Europea, esas barreras podrían tener que volver a levantarse, aunque tanto Londres como Bruselas se han comprometido a que eso no ocurrirá. De todos modos, el Reino Unido podría terminar saliendo de la Unión Europea sin un acuerdo, lo que según las previsiones tendría serias consecuencias para su economía.
Pero esta posibilidad también podría hacer que el Gobierno, el Parlamento o incluso el pueblo británico, a través de unas elecciones generales o un nuevo referendo, decidan suspender o cancelar el brexit.
Quiénes se benefician. Organizaciones multilaterales como el FMI, el Banco Mundial o la OMC son producto del activismo angloestadounidense para crear un orden mundial abierto, basado en reglas, dedicado a abrir las sociedades, el comercio y a promover la cooperación. Con el brexit se calcula que habrá un duro golpe para el comercio mundial y para la seguridad internacional.
Muchos analistas han apuntado que el rumbo actual de las cosas favorece a la Rusia de Putin, aunque los rusos sostienen que les interesa tener una Unión Europea unida, fuerte y, más importante aún, independiente.
Para los expertos, quien realmente puede sacar provecho es Pekín, por cuanto China está desarrollando el Banco de Inversiones en Infraestructuras de Asia, una alternativa al FMI y al BM. También impulsa la Nueva Ruta de la Seda. China es el único país destacado que en realidad tiene su propia agenda geopolítica, y la está siguiendo y ejecutando.