Lo bueno y lo malo de la minería submarina
Los nódulos polimetálicos que alberga el fondo marino contienen materiales indispensables para los carros eléctricos, pero su succión preocupa
Poca gente ha oído hablar del pequeño país de Nauru. Aún menos piensa en lo que ocurre en el fondo de los océanos. Pero esto pronto podría cambiar. Se estima que el fondo marino contiene metales por valor de billones de dólares y esta nación insular del Pacífico está decidida a adelantarse a la competencia mundial en sondear esas profundidades.
Durán se come el cerro del Peñón del Río
Leer másEl objetivo son rocas del tamaño de una patata que los científicos llaman nódulos polimetálicos. Estos preciados cúmulos, que se encuentran en el fondo del océano pueden tardar más de tres millones de años en formarse. Su alto valor se debe a que son ricos en manganeso, cobre, níquel y cobalto; materiales que se señalan como esenciales para electrificar el transporte y descarbonizar la economía en medio de la revolución tecnológica verde que ha surgido para hacer frente a la crisis climática.
Aspirar a estos preciados trozos requiere una extracción industrial mediante enormes excavadoras que suelen pesar 30 veces más que las excavadoras estándar. Pero cada vez más biólogos marinos, defensores de los océanos, reguladores gubernamentales y empresas sensibilizadas están dando la voz de alarma sobre una serie de problemas medioambientales, de seguridad alimentaria, financieros y de biodiversidad asociados a la extracción submarina.
Les preocupa que los barcos que realizan esta extracción vuelvan a arrojar al mar las enormes cantidades de residuos tóxicos y sedimentos producidos al triturar y bombear las rocas a la superficie, lo que afectaría a peces más grandes de la cadena alimentaria, como los atunes, y contaminaría la cadena mundial de suministro de productos del mar.
Depredadores del manglar y sin freno
Leer másTambién sostienen que la extracción puede ser contraproducente en relación con el cambio climático, ya que puede disminuir la capacidad de captura de carbono del fondo marino. Douglas McCauley, director del Instituto Oceánico Benioff de la Universidad de California en Santa Bárbara, advierte del peligro de intentar contrarrestar la crisis climática con soluciones que se basen en el “paradigma de simplemente arrancar una nueva parte del planeta”. Si el objetivo es frenar el cambio climático, arguye, no tiene mucho sentido destruir los ecosistemas de aguas profundas y la biodiversidad marina, que actualmente capturan y almacenan más carbono que todos los bosques del mundo.
Si la alta mar representa la última frontera de la Tierra, el fondo marino fuera de las aguas nacionales es una frontera aún más allá, un reino sujeto a un régimen único en el derecho internacional que considera que la zona de los fondos de los océanos y sus recursos deben ser gestionados por una organización, llamada Autoridad Internacional de los Fondos Marinos (ISA, por sus siglas en inglés), en nombre de toda la humanidad.
“Pero quién se beneficia y cómo de esta nueva fiebre por la minería de los fondos marinos sigue sin estar claro”, señala Kristina Gjerde, asesora de políticas de alta mar del Programa Marino Mundial de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). “Y tampoco está claro qué constituye un beneficio para la humanidad, ya que el fondo marino está lleno de una biodiversidad incalculable, gran parte de ella de vital importancia para la supervivencia de nuestro planeta”.
La basura aleja al turismo en la comuna Bellavista de la Isla Puná
Leer másAun así, Nauru espera seguir adelante con la explotación de los fondos marinos.
En junio, Nauru dio el primer paso para poner en marcha la industria. Anunció ante ISA sus planes de presentar en 2023 una solicitud de extracción comercial en nombre de su entidad patrocinada NORI. Dicha solicitud se juzgará en función de las normas de explotación minera de los fondos marinos que existan en ese momento, sean definitivas o no. Más de una docena de países, como Rusia, Reino Unido, India y China, tienen contratos de exploración de 15 años.
Empresas mineras como DeepGreen hacen hincapié en el impacto destructivo para el medio ambiente de la minería terrestre y afirman que labrar el fondo marino es una opción mucho mejor. “El único camino hacia los metales sostenibles es acumular suficientes reservas de metal para pasar de los metales extraídos a los reciclados”, señaló Dan Porras, jefe de comunicación y marca de la empresa, a Bloomberg News.
Guayaquil: incertidumbre por el derrame de 1.500 galones de combustible de avión
Leer másLos científicos han medido de forma conservadora el impacto de las licencias de explotación minera de 20 años. Cada una de estas licencias permitirá la extracción directa de unos 8.000 kilómetros cuadrados del fondo del mar y afectará “fácilmente” a otros 8.000-24.000 kilómetros cuadrados de la vida del lecho marino circundante por las plumas de sedimento generadas por la explotación del suelo. Estiman que las “especies obligadas a los nódulos” -los animales que viven en los nódulos o, como los pulpos de aguas profundas, que los necesitan para sobrevivir- tardarán millones de años en recuperarse e incluso los animales que viven en el sedimento circundante pueden tardar entre cientos y miles de años en recuperarse del impacto de la minería.
Otros críticos consideran que la explotación minera submarina es una especie de esquema ponzi destinado a atraer capital de riesgo a pesar de que sigue siendo muy incierto que dicha inversión genere dinero a largo plazo. En una carta enviada el 1 de junio a la Comisión del Mercado de Valores de Estados Unidos, varios grupos de vigilancia ambiental y financiera pidieron una investigación federal sobre DeepGreen. Alegaban, entre otros aspectos, que la empresa había exagerado en los documentos federales la rentabilidad potencial y no había revelado las quiebras anteriores ni los costes probables.
ha reservado el Gobierno de la India para impulsar las inversiones del sector privado y la investigación tecnológica en esta industria.
Ninguna solución a un problema tan complejo como la crisis climática se producirá sin que se tomen decisiones difíciles y se asuman costes elevados, sobre todo cuando el público mundial intente desprenderse de los combustibles fósiles. Lo difícil, sin embargo, es averiguar cómo dar un paso adelante sin retroceder tres.
El activismo ambiental tiene voz femenina
Leer másThe Outlaw Ocean Project, una organización periodística sin ánimo de lucro con sede en Washington DC se centra en los asuntos medioambientales y de derechos humanos que ocurren en el mar a nivel global.
Los peligros que acechan al fondo marino
Las profundidades marinas, que en su día se consideraban relativamente inertes, son ahora consideradas por la mayoría de los científicos un entorno rico en especies y poblado por criaturas. Sin embargo, gran parte de la biodiversidad del fondo oceánico es especialmente vulnerable a los cambios, pues su hábitat, muy alejado de la superficie, rara vez se ve perturbado.
Los océanos ya se enfrentan a una lista abrumadora de amenazas, que van desde la sobrepesca, las pruebas de sonar, los vertidos de petróleo y la contaminación por plásticos, hasta el aumento del nivel del mar y de la temperatura. A esto hay que añadir las tensiones adicionales: los cables de Internet, la pesca de arrastre de fondo, la búsqueda de tesoros, las perforaciones de petróleo y gas, entre otras. En 2019, la Plataforma Intergubernamental Científico-Normativa sobre Diversidad Biológica y Servicios de los Ecosistemas (IPBES) publicó su informe de Evaluación Global, en el que se estimaba que un millón de especies están en peligro de extinción, muchas de ellas desaparecerán en las próximas décadas a menos que revirtamos los factores que impulsan la pérdida de biodiversidad.