Cadáveres mutilados y drones, la huella de un atentado fallido
Tres explosiones se registraron la madrugada de este viernes cerca de las cárceles de Guayaquil. La Fiscalía informó que abrió una investigación.
“¡Dios! ¿Qué fue eso?”, se preguntaron varios vecinos de la urbanización La Rioja a través de mensajes de texto, pasadas las 02:00 de este viernes 20 de mayo. Una serie de estruendos levantó a muchos de los habitantes de esa parte de Daule, que está en la zona de influencia de las cárceles que funcionan en el noroeste de Guayaquil.
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Leer másDe inmediato, ciudadanos reportaron en redes sociales y a los números de auxilio que escucharon tres explosiones que provenían de un sector de cerros cercano al área urbanizada que está junto al río Daule. Eso revivió el temor que les ha quitado el sueño en los últimos años en cada enfrentamiento ocurrido en las cárceles.
Los destellos de las detonaciones y las llamas que se generaron quedaron registrados en las grabaciones de las cámaras de seguridad y celulares.
Antes de que se aclare el asunto, varias unidades policiales acudieron hasta el lugar del incidente. La escena que encontraron los agentes parecía sacada de una serie televisiva policial: tres cuerpos desmembrados de sexo masculino y de edad adulta, además de cuatro drones para actividades agrícolas, explosivos, dispositivos electrónicos, herramientas, droga, billetes cerca de uno de los cadáveres y un carro tipo SUV color plomo.
La unidad Antiexplosivos del Grupo de Intervención y Rescate (GIR) realizó detonaciones controladas del material que aún quedaba en la escena y que fue hallado en una búsqueda visual y por un can adiestrado que olfateó los químicos. El sonido revivió el susto de la madrugada para los vecinos.
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Leer másUn agente del GIR explicó que los tres artefactos que detonaron estaban listos para explotar, porque las cargas se encontraban armadas. “Por como estaban, lo que querían es detonarlos, porque si hubiesen querido meterlos dentro de la cárcel tenían que estar separados del componente; y al contrario, estos estaban listos para explotar. Si hubieran caído en el patio de la prisión los daños habrían sido materiales; pero en personas el perjuicio es mortal, hubiesen acabado de la misma forma en la que lo hicieron los tres que fallecieron, desmembrados”, aseveró el especialista en explosivos.
No obstante, el coronel Julio Miño, comandante de la Subzona 5, dijo que no podía precisar cuál era el objetivo o blanco que tenían los individuos con ese tipo de material y dispositivos controlados a distancia. “Si de aquí observamos, la Penitenciaría está en línea recta. Está bastante próxima y la capacidad de esos drones es amplia. Podría haber sido, tal vez, para llegar a ese objetivo, pero no tenemos mayor información”, explicó el oficial. Los drones tenían una canastilla y eran de grandes dimensiones, de los que se usan para fumigar.
La tarde del viernes 20 de mayo, agentes policiales confirmaron a Diario EXTRA las identidades de dos de las tres víctimas: Javier Iván Vera Paladines (de 39 años) y Eloy Fabricio Carrillo Solórzano (de 41). Ambos registran antecedentes penales. El primero, por robo, asociación ilícita, ingreso de artículos prohibidos a la cárcel y tenencia de armas. Carrillo también fue detenido por robo y por asociación ilícita.
La Policía Nacional informó además que una de las dos personas que estuvieron privadas de su libertad recibió beneficios judiciales en dos ocasiones. La Fiscalía también comunicó que abrió una investigación.