En un local de Juan Valdez, del norte de Quito, varios clientes trabajan.

La cafeteria, la oficina del trabajador independiente

Locales de Guayaquil se adecuan. Profesionales como diseñadores gráficos trabajan en cafeterías.

Al día, puede pasar hasta seis horas trabajando en una cafetería. Luis Antonio Ordóñez, comunicador social colombiano, viaja constantemente por el continente y ha convertido a locales de Juan Valdez, Sweet & Coffee o Starbucks, en su oficina.

Mientras se toma un café en un Juan Valdez del norte de Quito estudia en línea y trabaja. Cuenta que en Ecuador invierte hasta $ 7 al día en café y accede a los beneficios que le puede brindar un local: una conexión a Internet y comodidad.

Ahora es común encontrar a emprendedores y ejecutivos que hacen de las cafeterías su sitio de trabajo. Las marcas, desde hace algún tiempo entienden esta tendencia y han adecuado sus espacios para que sus cafeterías se conviertan en un espacio de trabajo.

Estefanía Granizo, gerenta de Mercadeo de la marca Juan Valdez en Ecuador, cuenta que la cadena colombiana ha colocado mesas de trabajo y enchufes en sus locales del país para atender a este tipo de clientes.

“Es muy buen ambiente para trabajar, tiene muy buena musica y cuentan con gran variedad de productos para toda hora del dia”, dice Granizo.

En la cafetería Chapter One, ubicada en el sector del Puerto Santa Ana, también es común recibir a ejecutivos y personas que buscan trabajar un momento en sus instalaciones.

James Mc Cracken, propietario del local que funciona desde hace un año, se anticipó a esta tendencia y colocó muebles cómodos para que los clientes trabajen, enchufes, conexión USB e Internet.

Mc Cracken calcula que el 30 % del total de sus clientes frecuentes son emprendedores y ejecutivos que buscan trabajar en su cafetería.

Michelle Arévalo-Carpenter, CEO del laboratorio de emprendimiento y espacio de coworking Impaqto, asegura que esta tendencia comenzó a crecer desde que existe una mayor cantidad de trabajadores autónomos conocidos ahora como ‘freelancers’.

“Estamos viendo una subida de trabajadores independientes o teletrabajadores”, asegura Arévalo Carpenter. El ser humano, al ser social, busca interacción y sale a las cafeterías para realizar sus actividades.

Ante esta nueva realidad también surgieron los espacios de ‘coworking’ u oficinas compartidas que buscan congregar a los trabajadores autónomos y brindar otros servicios, como contacto con emprendedores que pueden convertirse en sus clientes o proveedores.

Y en el futuro esta tendencia crecerá. Hoy, más de 57 millones de trabajadores, que representan, cerca del 36 % de la fuerza de trabajo de los Estados Unidos, trabajan por su cuenta, de acuerdo a cifras del Foro Económico Mundial.

Según un estudio de la Unión de Trabajadores Independientes de EE. UU., del año pasado, la mayoría de la fuerza de trabajo de ese país trabajará independientemente en 2027. La fuerza de trabajo más joven lidera ese proceso, con casi la mitad de los millennials trabajando independientemente.

Y no solamente pasa con las cafeterías. En Tippytea Blends, una tienda especializada en té, también es común que emprendedores acudan a sus locales a trabajar. Guillermo Jarrín, propietario de la cadena, cuenta que su local de Guayaquil, ubicado en San Marino Shopping, es el más equipado actualmente para que las personas puedan acudir a trabajar.

Cuenta con un Internet con un gran ancho de banda y un sinnúmero de enchufes para que este tipo de clientes puedan conectar sus equipos.

Entre los profesionales que más acuden al local guayaquileño, dice Jarrín, están diseñadores gráficos y ‘bloggers’ que degustan de té mientras laboran.

Una opción para cambiar de ambiente

No solo el trabajador autónomo acude a la cafetería a trabajar. También ejecutivos que laboran bajo relación de dependencia van a cafeterías para salir de la rutina de la oficina tradicional.

Este es el caso de Narciso Valdez, director de operaciones del Grupo Avanti. Él acude tres veces a la semana a una cafetería para realizar su trabajo.

“Las oficinas generalmente son cerradas y las cafeterías son más dinámicas. Hay más gente y se trabaja más a gusto”, asegura el ejecutivo.

Valdez cree que la productividad del empleado no varía si trabaja en una cafetería y, más bien, es una buena opción para generar más bienestar.

Los extranjeros también son otro de los públicos que son clientes asiduos de estos locales.

Turistas o profesionales de paso por el país buscan sitios con conexión de Internet para estar comunicados con sus naciones de origen o enviar trabajo y, de paso, probar el sabor del café local.

Recomendaciones

Espacio y orden

No ocupe mucho espacio y deje todas sus cosas sobre la mesa. Intente ser ordenado y no parecer que tiene miles de hojas encima.

El gasto

Si trabaja desde temprano en una cafetería tómese la molestia de pedir varios cafés para no parecer que quiere pagar lo menos posible.

Concentración

Use audífonos que anulen el sonido externo, en caso de que el lugar sea concurrido.