Camerata fiorentina
La institución de la Camerata florece en toda Italia durante el Renacimiento. Eran grupos de estudiosos, artistas y “amateurs” que se reunían a tratar diversos temas de orden intelectual.
De especial interés para la florentina era la naturaleza de la música y de la expresión dramática. Se reunieron por 19 años (1573-1592) en la casa de Giovanni Bardi, conde de Vernio, rico florentino. Basaban sus discusiones en las obras de Girolamo Mei, quien estudió en Roma (1552-1573), el drama y la tragedia griega; concluye sus estudios aseverando que el teatro griego clásico era cantado de principio a fin. “Los griegos fueron capaces de obtener poderosos efectos con su música, porque esta consistía de una simple melodía, cantada por una sola voz, por una voz acompañada, o por un coro. Esta melodía afectaba intensamente los sentimientos de los oyentes, ya que explotaba la natural expresividad de las subidas y bajadas de las notas y el registro de la voz, a más de los cambios de ritmo y de tempo”. Vincenzo Galilei, miembro de la Camerata y padre del célebre astrónomo, escribe un tratado: Diálogos concernientes a la música antigua y la moderna, en 1581, en el que publicó algunos de los escasos fragmentos conservados de música griega antigua que utilizó para fundamentar su aversión hacia lo que él veía como pedantería polifónica en la música de su tiempo. Aboga por el canto vocal individual o “solo” para expresar el contenido y mensaje emocional del texto.
La Camerata desarrolla una teoría de la música y define tres reglas sobre la expresividad musical basadas en el ideal clásico griego: a) el texto debe ser claramente entendido y esto se logra mejor a través del “canto solo” con el acompañamiento más sencillo posible; b) las palabras deben ser cantadas con declamación correcta y natural, tal como se pronuncian oralmente, sin ritmos bailables; c) la melodía vocal no debe describir detalles gráficos como en la pintura textual melódica. Lo que debe interpretar son los sentimientos y emociones del personaje que la canta. Énfasis en emociones, no en significado literario.
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