La campaña de recolección de armas artesanales permitió la entrega de 2.497 revólveres y escopetas

La campaña de Entrega Voluntaria de Armas de Producción Nacional por parte de las empresas de vigilancia de seguridad privada dejó como resultado la recolección de 2.497 armas de fuego de fabricación artesanal. Se trata de revólveres y escopetas. Los resultados y los pertrechos se presentaron en el cuartel Epiclachima en el sur de Quito.

La iniciativa fue impulsada por la Policía y el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas a través de sus unidades de Control de Seguridad Privada y Control del Armas Letales y no Letales. Se lanzó el 5 de agosto de 2020 en Guayaquil y se extendió hasta diciembre del año pasado. El objetivo fue reducir la posesión de armas artesanales en empresas de seguridad y vigilancia privada y personas naturales.

En los meses que duró la recolección hubo socialización hacia los gerentes de las empresas de seguridad privada incentivando la entrega voluntaria de las armas artesanales que, por su naturaleza, no disponen de un permiso o ya no pueden obtener la renovación de los mismos, según la Policía.

Hubo un cronograma de recolección en el país en los centros de control de armas de las Fuerzas Armadas. Estas instancias son las receptoras, custodias y encargadas de su posterior destrucción. Las 2.497 armas se recogieron en 23 provincias. En ellas, según la información, 14 compañías de vigilancia y seguridad privada, entregaron la totalidad de las armas que tenían en sus rastrillos.

La mayor entrega se produjo en Pichincha y Cotopaxi con 1.094. En Guayas, Los Ríos, Santa Elena y Galápagos se recolectaron 890 y las restantes en las demás provincias del país.

La campaña permitió reducir de forma considerable la posesión de armas artesanales en manos de empresas privadas y personas naturales. La búsqueda continuará y se espera que otras empresas privadas se sumen a la entrega.

Fausto Salinas director de Seguridad Ciudadana y Orden Público de la Policía agradeció a las empresas de seguridad privada por acoger el llamado de construir más seguridad para los ecuatorianos, a través de la entrega voluntaria de armas de fuego. 

Dijo que con su destrucción "evitaremos que en un mal momento pueden caer en manos de la delincuencia". Ofreció que continuarán con el proceso ya que uno de los aspectos importantes de las estrategias de seguridad es sacar las armas de circulación. El año pasado la Policía aprehendió 5.696 armas, de ellas 803 armas fueron utilizadas en muertes violentas cometidas en el país.