Elecciones 2025: El candidato Daniel Noboa deberá poner una vela a San Pedro
ANÁLISIS. La población ya no tiene el mismo nivel de encanto con el otrora postulante outsider
Hay algo que hace muy distintos a los apagones que se avecinan los próximos meses y los que hubo al inicio del gobierno de Daniel Noboa y eso se llama campaña electoral. Si se cumplen los vaticinios de las autoridades del Gobierno, de los expertos y hasta de los meteorólogos, los apagones se producirán en plena campaña electoral: la peor parte, dicen, será desde octubre hasta diciembre. Es decir, será un tema para la guerra electoral.
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Aunque el candidato Noboa seguramente tendrá una estrategia de comunicación para evitar lo más posible el descontento de la sociedad, el tema de la crisis energética no será muy benévola con sus aspiraciones de reelegirse. Si bien los apagones del inicio de su administración no le pasaron una factura muy grande a su popularidad, las circunstancias en las que se producirá la venidera crisis son distintas. Para comenzar, la población ya no será tan tolerante: al inicio del mandato aún quedaba una inmensa molestia social con el gobierno de Guillermo Lasso por su poca capacidad de gestión para solucionar el tema y esa molestia funcionó como una suerte de amortiguador.
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Leer másAunque los apagones con Noboa fueron más frecuentes y mucho más largos que con Guillermo Lasso, la población miró con ojos más bien benévolos al presidente Noboa recién posesionado y de alguna forma se le perdonó, aunque fue evidente que su gobierno nunca fue previsivo y no hizo nada para que no se repitieran. Pero esta vez será distinto: la sociedad ya no tiene los mismos niveles de encanto que tuvo con Noboa en la anterior crisis energética.
Es de esperar, además, que como es campaña electoral, todos los rivales de Noboa tratarán de sacarle el mayor provecho al tema. Ahí estarán en primera línea, por supuesto, los correístas ya que se consideran como los arquitectos de un sistema de electrificación y de cambio que incluyó proyectos grandes, entre ellos Coca Codo Sinclair. Desde que fueron gobierno, seguramente van a decir, no se ha construido una sola presa hidroeléctrica.
El correísmo no la tiene fácil
Pero el correísmo no lo tiene tan fácil tampoco. En el debate que seguramente saltará en esas semanas de apagones y campaña, seguramente no faltará quién les recuerde el fracaso absoluto que resultó ser la fórmula de la Revolución Ciudadana para el sector eléctrico. Al final de los ocho años de gobierno de Correa solo tres de ocho presas entraron en funcionamiento: Manduriacu, Sopladora y Coca Codo, otras cinco (Delsitanisagua, Mazar Dudas, Minas San Francisco, Quijos, Central Toachi Pilatón) tenían retrasos, sobreprecios y problemas estructurales. A eso hay que sumar que Coca Codo, la obra emblema del correísmo, tiene problemas muy serios que pueden terminar incluso con su desaparición por haber sido construida sin estudios de riesgo ambiental. Es más, hay expertos que ubican al desastre de Coca Codo durante la venidera campaña electoral. Si eso llega a pasar, el correísmo tendrá encima a todo un país.
En este debate no solo participarán el gobierno y el correísmo sino que otros candidatos tratarán de sacar provecho del tema y responsabilizar en la mayor medida posible por los apagones, precisamente a esos dos sectores.
Hay un elemento adicional en este panorama: los debates para la primera y segunda vuelta electoral. No hay cómo olvidar que, en las últimas elecciones, en el primer debate fue Daniel Noboa quien se alzó, según expertos y analistas, como gran triunfador por sus opiniones sobre el tema. Paradójica y trágicamente, Noboa se lució con su respuesta de que el problema en el Ecuador no es de generación eléctrica sino únicamente de transmisión, hecho que es una inmensa falsedad y que se convirtió en un karma durante su gobierno: lo que realmente le hace falta al país y de eso hay cientos de evidencias, es precisamente la generación. Es decir, el Ecuador eligió presidente a quien dijo la tontería más grande y exitosa posible. En esta ocasión, durante el o los debates, Noboa jugará en cancha inclinada en contra suya: ya no habrá quién le perdone lo que dijo en el debate anterior y, seguramente, habrá quién se la recuerde.
A estos escenarios hay que sumar otros que quizá son más graves. Uno, por ejemplo, es que el Gobierno tendrá que encontrar al menos mil millones de dólares para comprar generadores, porque el déficit de energía es el equivalente a siete barcazas como la que acaba de comprar. Así que, a Daniel Noboa le tocará prender una velita a San Pedro si quiere salir reelecto.
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