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DANIEL NOBOA CAMPAÑA SEGUNDA VUELTA
El 26 de marzo de 2025, Daniel Noboa participó de actos proselitistas.CORTESIA

El candidato presidente Noboa no pide licencia: se la toma y la notifica

El argumento jurídico es una cantinflada. Dice que prefiere no pedir licencia a la Asamblea porque se la pueden negar

Era el enigma político del mes: ¿cómo terminaría resolviendo Daniel Noboa su doble condición de candidato y presidente a la hora de hacer campaña electoral? En la primera vuelta ya ensayó varias soluciones, pero ninguna le salió del todo bien. ¿Qué haría ahora? ¿Pediría licencia? ¿Encargaría su puesto? ¿Se inventaría otro nuevo procedimiento al margen de la Constitución? Los asesores jurídicos de Carondelet respondieron estas interrogantes con una finta y una cantinflada, en una notificación con la que Diana Atamaint, presidenta del Consejo Nacional Electoral, se dará por satisfecha ante lo que le parecerá una solución salomónica pero que sólo puede ser leída como lo que es: un chiste.

La carta, de poco más de dos páginas en papel oficial de la Presidencia, está fechada el 26 de marzo, lleva la firma del propio Daniel Noboa y es bastante difícil de entender, en parte porque está pergeñada con abstrusa jerga jurídica y deplorable sentido de la gramática, en parte porque la argumentación en sí es francamente insólita. ¿Qué dice? Básicamente, que el candidato Noboa no pedirá licencia a la Asamblea Nacional porque se la pueden negar. Que tampoco encargará la Presidencia con un decreto porque la Corte Constitucional ya le dijo que no puede. Que no hará campaña desde la Presidencia de la República porque es ilegal y le pueden sancionar.

Diana Atamaint
Noboa notificó de su decisión a Diana Atamaint, presidenta del CNE.gustavo guamán

Noboa dijo que hará lo que ha hecho siempre: lo que le da la gana

En atropellada sucesión de considerandos, el candidato presidente cita todos y cada uno de los instrumentos jurídicos que, en la primera vuelta, le pusieron por delante para indicarle con claridad cuál es el camino legal para solucionar este problema (la Constitución, la Ley de Elecciones, las sentencias de la Corte Constitucional…) y concluye que tiene dudas. Y ante la duda hará lo que ha hecho siempre: lo que le da la gana: “Me permito notificar a usted y por su intermedio al pleno del Consejo Nacional Electoral que, el día 26 de marzo de 2025 desde las 08:00 hasta las 20:00, realizaré actividades proselitistas”. Al pie de la tercera página consta escrito a mano alzada: “Enviado por correo”, y la fecha 26 de marzo a las 7:47. Y más abajo, con sello del Consejo Nacional Electoral: recibido a las 9:15. Una hora y cuarto tarde para cualquier reclamo.

Aquello de no pedir licencia a la Asamblea porque se la pueden negar es, en realidad, una trampa. En su argumento, el presidente o los asesores jurídicos que redactaron este fárrago se sacan de la manga un artículo que difícilmente tiene que ver con el asunto: el 42 de la Ley Orgánica de la Función Legislativa, que trata, sí, sobre la facultad del órgano legislativo de conceder o negar licencias al presidente de la República (licencias en general, por ejemplo, si el presidente quisiera irse de vacaciones a Disneylandia en medio de una crisis), pero no se refiere a la obligación a la que están sujetos todos los funcionarios que optan por una candidatura, de pedir licencia para hacer campaña electoral. Todo funcionario esta obligado a pedir licencia a su jefe: un subsecretario a su ministro; un ministro al presidente; un presidente a la Asamblea. Negárselo equivaldría a impedirle el ejercicio de un derecho y sería escandaloso. En realidad, no hay ese riesgo.

La vicepresidenta Verónica Abad fue denunciada por violencia política de género.
El TCE suspendió los derechos políticos de Verónica Abad.Foto: Archivo / Expreso

Verónica Abad fue la piedra en el zapato de Noboa

El problema de Noboa es uno de ‘timing’. Él contaba con quitarse del medio a la vicepresidenta Verónica Abad antes de que empezara la campaña. Pero la sentencia del Tribunal de lo Contencioso Electoral que la priva de sus derechos de participación política (y, por tanto, la destituye, aunque la Constitución no se lo permita), llegó tarde: recién el lunes de esta semana. Y ni siquiera está en firme: todavía las partes pueden pedir ampliaciones o aclaraciones y el pleno del Tribunal habrá de reunirse para sustentarlas.

En otras palabras: todavía Verónica Abad es vicepresidenta. Si Noboa decidiera encargar su puesto para hacer campaña, como le corresponde, debería encargárselo a ella, no a Cynthia Gellibert, que volvió a ser nadie. Así que el candidato presidente necesitaba una solución urgente. ¿Qué mejor solución puede haber que una cantinflada? Una que se resume así: No quiero pedir licencia pero sí quiero hacer campaña y si usara recursos públicos para hacer campaña sin licencia cometería infracción electoral, así que no voy a pedir licencia pero sí voy a hacer campaña pero no voy a usar recursos públicos. Y lo voy a hacer ahorita, ya, dentro de 13 minutos. Queda usted notificada.

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