Saben los candidatos quienes reparten su publicidad electoral
Viajando a un cantón del Guayas encontré algo que no es recomendable y menos aceptable para efectuar un trabajo. Mientras esperaba a mi hijo observé que una persona estaba repartiendo calendarios de bolsillo de un candidato al Parlamento Andino, él se me acercó y me dio uno, lo acepté y me dice: “tenga usted pero para que bote esta porquería”. Al escuchar tal manifiesto le pregunté por qué me daba esa recomendación; es decir, deshacerme del objeto que me obsequiaba y me dijo: “me pagan para repartir pero la recomendación es gratis y mía” y se alejó. A pocos pasos de mí estaba una señora y a ella también le dio la misma cuña comercial. Ella rompió el calendario.
De regreso con mi hijo, camine en el sentido de dónde provenía dicho hombre y en el suelo vi que había muchos calendarios de bolsillo del mismo candidato, cual fuera la señal de piedras, para no perder camino, sugerida en literatura infantil, unos estaban rotos, otros intactos, pero el común denominador era “estaban en el suelo, botados” como analogía a la recomendación ofrecida.
Cara vemos corazones no sabemos. Es increíble que el equipo de los políticos no seleccionen bien a quienes reparten su propaganda, están pagando pero para que trabajen en su contra. ¿Cómo piensan ganar?
Ing. Isabel de Cordovez