Los canes necesitan mas ayuda para ir al rescate
El terremoto de abril permitió a los guías y a sus canes poner en práctica, en un escenario real, la intensa preparación que iniciaron un año antes. Los guías militares capacitaban a sus canes para actuar en la erupción del Cotopaxi.
Marieta Campaña Villacís
campanam@granasa.com.ec Quito
Estuvieron en las zonas tres y cinco de Pedernales y en la zona cero de Portoviejo, en Manabí. Sus ladridos anunciaron vida debajo de los escombros que dejó el terremoto del 16 de abril.
Cuatro, cinco, seis... Sus guías no recuerdan cuántas personas fueron rescatadas. La misión de los perros rescatistas de la Brigada de Fuerzas Especiales Patria, de Latacunga, Cotopaxi, concluía cuando ladraban y levantaban la cola después de detectar latidos.
Ladraban, bajaban la cola y se acostaban si había personas muertas, cuenta Carlos Mullo, el segundo comandante del Centro de Adiestramiento Canino para labores de rescate.
El centro tiene 28 canes, pero solo tres son especialistas en rescate de personas en zonas de desastre como terremotos, deslaves o derrumbes. Otros se preparan para detectar narcóticos y explosivos (tres), para guardia y defensa (cinco) y, los demás, para servicio a la comunidad.
¿Cuándo empezó la preparación? Como centro hace casi 60 años. Pero específicamente en rescate fue en 2004, cuando adoptaron el método Arcón, del español Jaime Parejo. Tiene siete técnicas y es el único sistema para la formación e intervención de equipos caninos de búsqueda y detección para personas vivas sepultadas.
El terremoto de abril permitió a los guías y a sus canes poner en práctica, en un escenario real, la intensa preparación que iniciaron un año antes. Los guías militares capacitaban a sus canes para actuar en la erupción del Cotopaxi.
¿Qué lecciones les dejó el terremoto? Que les faltaba tecnología, como sensores para detectar latidos que tenían otros grupos. Pero la voluntad les permitió efectuar un buen trabajo, dice Diego Chimborazo.
Aunque no tienen infraestructura para prácticas reales se acomodan en escombreras y canteras de piedra. Allí el equipo conformado por al menos 12 personas busca un lugar, sepulta al ‘figurante’ y suelta, a su turno, a tres rescatistas.
Estrellita, una pequeña jack rusell blanca, detecta latidos en medio de montículos de piedras grises. Le toma menos de seis minutos. A Tobby, un golden, le llevó un poco más. Se dio tiempo de explorar los alrededores antes de encontrar a la víctima. Finalmente, Aquiles, un pastor alemán, lo resuelve en cinco minutos.
A Ángel Sánchez, Nivaldo Guayta, Luis Castro, Jorge Pastuña, Víctor Quimbita, Félix Guananga, José Guamán, Diego Toaquiza, Diego Chimborazo y Segundo Saquinga, Carlos Mullo les llaman ‘perreros’ o ‘pulgosos’, pero ellos prefieren ser denominados ‘furia canina’.
Habrá un pelotón canino
En los próximos días estará listo el pelotón canino que se está formando en la Brigada de Fuerzas Especiales de Latacunga. Los expertos se dedicarán, exclusivamente, a “potenciar las habilidades innatas de los canes porque no todos las tienen”, explica el capitán Franklin Cuenca. Él cuida la salud de los integrantes del Centro Canino.
Los rescatistas están expuestos a enfermedades: necesitan desparasitaciones y vacunas. Él, dice, trabaja con lo que tiene, pero le hacen falta, por ejemplo, instrumentos para la limpieza de los dientes de los canes para una adecuada profilaxis.