El caos interno fortalece la desmovilización ciudadana
Pese a constantes problemas en diferentes sectores, reacción civil es tenue. Analistas lo atribuyen a la priorización de las dificultades personales
Los problemas sobran: asaltan, secuestran y extorsionan a diario; miles de ecuatorianos migran por la falta de oportunidades; pululan los casos de corrupción en el sector público; faltan medicinas en los hospitales; el invierno empeoró la precaria vialidad estatal; la vida se encarece cada día más; entre muchas otras situaciones.
Esta serie de dificultades que, según Click Research e IPSOS, son los principales temas que preocupan a los ecuatorianos, no generan una reacción palpable de rechazo por parte de la ciudadanía porque, según analistas consultados por Diario EXPRESO, viven en una ‘distracción’ constante.
No hay una pasividad (de la ciudadanía), sino la priorización de buscar soluciones a sus problemas. El Estado y sus instituciones están haciendo poco o nada para solucionarlos.
“Cuando la ciudadanía tiene que atender prioritariamente los problemas de su vida diaria (como la inseguridad, la falta de empleo, la mala salud, entre otros), difícilmente va a tener tiempo para ejercer su condición de ciudadano y reclamar”, destaca Mauricio Alarcón, director ejecutivo de la Fundación Ciudadanía y Desarrollo, organización dedicada, entre otras cosas, al fomento de la participación ciudadana, el control social, la transparencia.
Dos detonantes enlistan el calendario de movilizaciones
Leer másEsta ‘distracción’, según continúa, se debe a que los ciudadanos están en busca de las soluciones a sus problemas que el Estado y las instituciones no les da. “Eso puede ser un detonante para un ‘que se vayan todos’”, resalta Alarcón.
Además de este factor, Ricardo Ramírez, coordinador de la Comisión Anticorrupción de Guayas, organización dedicada al fomento de la participación ciudadana, la contraloría social y la fiscalización de los actos del poder público, indica que también se “sataniza” la movilización social.
Hay una campaña mediática muy fuerte de que movilizarse atenta contra la democracia y la estabilidad del país. Además, ahora se la asocia con el desorden y la violencia generalizada.
“Hay una campaña mediática muy poderosa que desmoviliza a la gente que sostiene que no hay que salir (a las calles), porque eso atenta contra la democracia y la estabilidad del país”, señala y destaca que esa percepción ha sido construida, principalmente, por los antecedentes de los paros de 2019 y 2022.
Pese a estos factores ‘distractores’, ambos coinciden en que hay un caldo de cultivo, nutrido principalmente por la indignación colectiva, que puede dar paso a una nueva “explosión social” en búsqueda de exigir a sus gobernantes soluciones palpables e inmediatas para los problemas que afectan su vida.
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Leer más¿La protesta se ha vuelto sectaria?
El director ejecutivo de la Fundación Ciudadanía y Desarrollo, Mauricio Alarcón, sostiene que “hay grupos pequeños que protestan únicamente por sus intereses particulares y no por causas nacionales”. Práctica que vuelve fugaces dichas movilizaciones.
Por su parte, el coordinador en Guayas de la Comisión Nacional Anticorrupción, Ricardo Ramírez, indica que sectores como la Conaie han acaparado la movilización social, quitado protagonismo a los reclamos de otros grupos.