Los caracoles de mar atraen a los turistas de la Sierra
En Santa Elena esta artesanía es una de las más solicitadas para llevar como recuerdo.
Estando en plena temporada de verano en la Península los turistas de la Sierra llegan atraídos por la playa, el mar, las ballenas y la gastronomía. Sin embargo, hay otras afinidades con la población local.
Los caparazones de caracoles que atraen a los turistas en esta época del año (junio a septiembre), se venden en gran número en los balnearios de la Ruta del Spondylus. Se los encuentra en diferentes tamaños e incluso de distintas especies, que se identifican por los diversos colores que poseen.
A decir de los visitantes, se los llevan para recordar los momentos vividos en las playas; al ponerlos en los oídos aseguran que se escucha el reventar de las olas del mar o el silbido de la brisa costera.
Los comuneros los comercializan y son otro de los atractivos para los viajeros de la región Interandina. Los balnearios de Ayangue, Libertador Bolívar y Montañita son los sitios donde más se encuentra estos objetos.
Leonor Lainez labora en Ayangue en un restaurante en la temporada alta, pero en la época de verano cambia su actividad y se dedica a vender los caparazones de caracoles, la comerciante relata que en una ocasión un médico le aseguró que al ponerse un caracol en el oído, lo que se escucha es la circulación de la propia sangre.
En Libertador Bolívar queda el negocio de Manuel Coronado, quien vende caparazones de caracoles que él mismo sale a buscar en el mar, “me toca encargar los churos en los comedores porque en estos días es buen negocio y escasean”, comentó Coronado. JL